Sevilla es una ciudad que seduce con su arte, su pura alegría, su espíritu andaluz puro y simple. Pero a veces, incluso en un lugar tan animado, sientes la necesidad de un pequeño escape para explorar otros lugares encantadores sin alejarte demasiado. Afortunadamente, Sevilla está rodeada de pueblos rebosantes de historia y tradición que tienen todo lo necesario para ofrecer una experiencia auténtica.
Carmona, a solo treinta minutos de Sevilla, es una de esas escapadas perfectas. Este asentamiento en la cima de una colina es una de las joyas en la corona del patrimonio andaluz. Sus calles empedradas, sus oratorios, su poderoso Alcázar y su tranquilidad lo convierten en una opción ideal para desconectar mientras sigues sintiendo muy vivo el espíritu de Sevilla.
1La historia de Carmona dentro de las murallas
Carmona es uno de los pueblos más antiguos de Andalucía y se estableció durante la época romana. Hay indicios de las civilizaciones que anteriormente la habitaron y se pueden sentir al caminar por las calles. La necrópolis romana, un sorprendente sitio arqueológico que transporta a los visitantes siglos atrás y uno de los que mejor se han conservado en el país, es uno de sus principales atractivos.
Otros signos del glorioso pasado de este pueblo de Sevilla son la muralla que rodea el centro histórico y el Alcázar de la Puerta de Sevilla. Subir a sus miradores te da la oportunidad de contemplar maravillosas vistas de la campiña sevillana. Visitar Carmona desde Sevilla, es como hacer un viaje atemporal y sin prisa. Perfecto para quienes quieren explorar cultura e historia a su propio ritmo.
