El ámbito laboral está regulado por un conjunto amplio y complejo de normas que buscan equilibrar los derechos y deberes tanto de los trabajadores como de las empresas. Sin embargo, en la práctica, no siempre se respetan estos derechos, o bien pueden surgir dudas e interpretaciones que requieren de asesoramiento legal especializado.
En este contexto, el papel del abogado laboralista resulta fundamental. Estos profesionales están formados específicamente en Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, y pueden ofrecer orientación, representación y defensa tanto a trabajadores como a empresas.
A continuación, te explicamos en qué casos es recomendable acudir a un abogado laboralista y por qué hacerlo puede marcar una gran diferencia.
1. Has sido despedido o sancionado por la empresa
Una de las razones más comunes para acudir a un abogado laboralista es la recepción de una carta de despido. Ya sea un despido disciplinario, objetivo o colectivo (como un ERE), es importante actuar rápido: el plazo para impugnar un despido es de 20 días hábiles desde su notificación.
Un abogado puede analizar si el despido es procedente, improcedente o incluso nulo, y ayudarte a reclamar una indemnización o la readmisión en tu puesto.
También es importante acudir a un profesional si has recibido una sanción laboral (como una suspensión de empleo y sueldo), ya que también pueden impugnarse si no están justificadas.
2. Cambios en tus condiciones de trabajo
Si la empresa decide modificar tus condiciones laborales —por ejemplo, reduciendo tu jornada, cambiándote de puesto, disminuyendo tu salario o cambiándote de centro de trabajo— y tú no estás de acuerdo, tienes derecho a reclamar. No todas las modificaciones son legales, y en algunos casos se pueden considerar despidos encubiertos.
Un abogado laboralista te asesorará sobre cómo actuar, qué alternativas tienes y si puedes optar por la resolución indemnizada de tu contrato o la impugnación judicial de los cambios.
3. Impagos, retrasos salariales o finiquitos incorrectos
Cualquier incumplimiento del salario acordado en contrato, ya sea por impago, retrasos continuos o falta de abono de horas extra, dietas, complementos u otras partidas, puede y debe ser reclamado. También es muy común que al finalizar una relación laboral, el trabajador reciba un finiquito incompleto o mal calculado.
Un abogado laboralista puede revisar tu caso, cuantificar exactamente lo que te corresponde y ayudarte a reclamar judicialmente si la empresa no responde de forma voluntaria.
4. Acoso laboral o discriminación
El acoso laboral (mobbing) es una de las situaciones más delicadas en el entorno profesional. Si estás sufriendo humillaciones, aislamiento, amenazas o presiones continuadas por parte de superiores o compañeros, es importante actuar cuanto antes, ya que este tipo de situaciones no solo afectan a tu bienestar psicológico, sino que pueden tener consecuencias legales graves para la empresa.
Igualmente, si sospechas que estás siendo objeto de discriminación por razón de género, edad, orientación sexual, religión, ideología o cualquier otro motivo, un abogado laboralista puede ayudarte a reunir pruebas, presentar denuncia y reclamar la protección que la ley garantiza.
5. Accidentes laborales y problemas con la Seguridad Social
Si has sufrido un accidente de trabajo o enfermedad profesional, es posible que tengas derecho a una indemnización adicional además de las prestaciones de la Seguridad Social. Un abogado puede ayudarte a determinar si hubo negligencia por parte de la empresa o si existen responsabilidades adicionales.
También puede asesorarte si la Seguridad Social te ha denegado una incapacidad temporal o permanente, o si estás teniendo problemas para tramitar pensiones, prestaciones por desempleo o jubilación anticipada.
6. Negociaciones de contratos, jubilaciones o salidas pactadas
Además de situaciones de conflicto, acudir a un abogado laboralista también es recomendable en momentos clave de la carrera profesional. Por ejemplo:
- Al firmar un contrato de trabajo, para revisar las cláusulas.
- Si estás pensando en una salida voluntaria pactada y quieres asegurarte de que el acuerdo sea justo.
- Si te enfrentas a una jubilación anticipada o parcial, y necesitas orientación sobre las condiciones y consecuencias legales y económicas.
- En procesos de negociación colectiva, ERE o ERTE.
Contar con un abogado en estos momentos puede ayudarte a evitar errores y asegurar que tus derechos estén correctamente recogidos por escrito.