lunes, 21 abril 2025

El número oculto en tu tarjeta de crédito que nunca debes compartir online

Los fraudes digitales no paran de crecer en nuestro país y uno de los objetivos preferidos por los ciberdelincuentes es la tarjeta de crédito que utilizamos en nuestras compras cotidianas. La digitalización de nuestra economía ha traído innumerables ventajas para los consumidores, pero también ha abierto la puerta a nuevas formas de estafa que aprovechan el desconocimiento general sobre ciertos elementos de seguridad. Miles de españoles sufren cada año intentos de fraude relacionados con sus medios de pago, especialmente en entornos digitales donde resulta sencillo caer en trampas hábilmente diseñadas.

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La seguridad financiera depende en gran medida de pequeños detalles que pasan desapercibidos, pero que resultan fundamentales a la hora de proteger nuestro dinero. Entre estos elementos destaca un código de tres cifras presente en toda tarjeta de crédito: el CVV (Card Verification Value) o CVC2 (Card Verification Code) un sistema de seguridad diseñado específicamente para verificar que quien realiza una compra online tiene físicamente la tarjeta en su poder. Este número aparentemente insignificante constituye la última barrera de protección frente a posibles fraudes y su correcta gestión puede ahorrarnos serios disgustos económicos y burocráticos.

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MEDIDAS ADICIONALES PARA PROTEGER TU TARJETA DE CRÉDITO

Fuente: Freepik

Además de mantener en secreto el código CVV, existen otras precauciones complementarias que pueden reforzar la seguridad de tu tarjeta de crédito en el entorno digital. La activación de notificaciones instantáneas para cada operación realizada permite detectar rápidamente cualquier cargo no autorizado, mientras que establecer límites diarios de gasto reduce considerablemente el impacto potencial en caso de que tus datos caigan en manos equivocadas. Estas configuraciones pueden realizarse fácilmente a través de la aplicación móvil de tu entidad financiera o en su página web oficial.

Las tarjetas virtuales o de un solo uso representan otra excelente alternativa para compras online, especialmente en sitios web poco conocidos o que nos generan cierta desconfianza. Estas tarjetas de crédito temporales están vinculadas a nuestra cuenta principal, pero utilizan números diferentes y tienen fecha de caducidad limitada, lo que minimiza el riesgo al exponer datos que serán inservibles para el estafador una vez completada la transacción legítima. Muchos bancos españoles ofrecen ya este servicio sin coste adicional, permitiendo generar varias tarjetas virtuales para diferentes propósitos y con distintos límites de gasto, proporcionando así un control mucho más granular sobre nuestra actividad financiera en internet.

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