martes, 8 abril 2025

No es Noruega, es el ‘fiordo’ secreto de León que puedes recorrer en barco perfecto para Semana Santa

Escondido entre las montañas del norte peninsular, se encuentra uno de los parajes más espectaculares y menos conocidos del territorio español. La provincia de León guarda un tesoro paisajístico que ha sido comparado innumerables veces con los icónicos fiordos noruegos, pero que mantiene una personalidad única y genuinamente española. Este enclave natural, formado por las aguas azul turquesa del Embalse de Riaño rodeadas de imponentes montañas, ofrece una experiencia visual que deja sin aliento a cualquier visitante que se aventure a descubrirlo, especialmente durante los días festivos de primavera.

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La belleza salvaje y la particular orografía de esta zona leonesa contrasta fuertemente con la escasa afluencia turística que recibe en comparación con otros destinos nacionales. Mientras millones de españoles preparan sus escapadas tradicionales hacia destinos masificados, este rincón de León permanece como un secreto a voces entre los amantes de la naturaleza que buscan alternativas auténticas para sus días de descanso. Las sinuosas carreteras que conducen hasta el embalse y los pueblos reconstruidos de la comarca, repletos de historias sobre la transformación del valle tras la construcción de la presa, añaden un componente cultural e histórico que enriquece cualquier visita a este paraíso natural perfectamente accesible durante Semana Santa.

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PUEBLOS RENACIDOS: EL CARÁCTER LEONÉS QUE SOBREVIVIÓ AL AGUA

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La historia del Embalse de Riaño no puede entenderse sin conocer el impacto que su construcción tuvo en las comunidades locales. Varios pueblos quedaron sumergidos bajo las aguas, pero el carácter resiliente de los leoneses hizo que la vida continuara en nuevos asentamientos creados en las orillas. Estos pueblos reconstruidos, que mantienen nombres y tradiciones de sus predecesores inundados, constituyen hoy un interesante recorrido etnográfico que complementa perfectamente la experiencia natural del embalse. Sus calles ordenadas y arquitectura moderna contrastan con los elementos tradicionales que sus habitantes se esforzaron por preservar.

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Riaño, que da nombre al embalse, es el centro neurálgico de la comarca y punto de partida ideal para cualquier visita. Este municipio de León, reconstruido en la década de los 80, ofrece todos los servicios necesarios para el turista: alojamientos con encanto, restaurantes donde degustar la gastronomía leonesa y oficinas de información donde planificar al detalle la estancia. La localidad, convertida en un mirador privilegiado hacia el embalse y las montañas circundantes, ha sabido reinventarse como destino turístico tras el trauma colectivo que supuso la inundación del valle. Su animada plaza central se llena de vida durante la Semana Santa, cuando visitantes de toda España descubren este rincón que muchos comparan con Noruega, pero con el inconfundible sabor de la montaña leonesa.

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