Cada vez resulta más difícil estirar el presupuesto familiar hasta final de mes. Los supermercados han encontrado una forma sigilosa de aumentar sus márgenes sin que lo notemos a simple vista, reduciendo la cantidad de producto mientras mantienen el mismo envase y precio. Esta práctica, conocida como reduflación o shrinkflation, se ha convertido en el as bajo la manga de muchas cadenas de distribución que buscan compensar el aumento de costes sin perder clientela.
El fenómeno no es nuevo, pero se ha intensificado notablemente en los últimos años debido a la inflación y la presión sobre las cadenas de suministro. Mientras los consumidores están atentos a las subidas de precios, los fabricantes y supermercados encuentran en esta estrategia una manera de proteger sus márgenes sin generar el rechazo inmediato que provocaría un aumento directo del precio. Lo que hace unos años podía pasar desapercibido, ahora se ha convertido en una preocupación cotidiana para millones de familias que ven cómo su poder adquisitivo mengua silenciosamente.
1LOS MAESTROS DEL ENGAÑO: CÓMO ACTÚAN LOS SUPERMERCADOS

La técnica es tan sutil como efectiva. Un paquete de galletas que antes contenía 250 gramos pasa a tener 220 sin modificar apenas su aspecto exterior. Un tetrabrik de zumo reduce su contenido de un litro a 900 mililitros con un envase prácticamente idéntico. Estos cambios, que pueden parecer insignificantes cuando se analizan de manera aislada, suponen en realidad incrementos encubiertos del precio por gramo o mililitro que pueden oscilar entre el 5% y el 20%.
Los supermercados y fabricantes suelen justificar estas prácticas alegando mejoras en las fórmulas o renovación de envases. Al mantener el precio del producto, consiguen que los algoritmos de comparación de precios no detecten incrementos y que los consumidores menos atentos no perciban el cambio. Esta estrategia resulta especialmente efectiva en productos que compramos por rutina, donde apenas prestamos atención a los detalles del envase una vez que hemos incorporado el artículo a nuestra lista habitual de la compra.