El peligroso baile entre coches y bicicletas en nuestras carreteras sigue generando más de un quebradero de cabeza para conductores y ciclistas. La DGT ha endurecido progresivamente las sanciones para quienes no respetan las distancias mínimas durante los adelantamientos a ciclistas, una maniobra que muchos realizan creyendo estar dentro de la legalidad. Las estadísticas muestran un preocupante aumento de accidentes relacionados con estas situaciones, especialmente en vías secundarias y durante los fines de semana.
Adelantar a un ciclista parece una maniobra sencilla, pero las apariencias engañan. Muchos conductores desconocen que no mantener la distancia lateral adecuada puede suponer multas de hasta 500 euros y la pérdida de seis puntos del carné. Este tipo de infracciones, catalogadas como graves por la normativa vigente, representa uno de los focos principales de vigilancia para los agentes de tráfico en carreteras frecuentadas por aficionados al ciclismo. La DGT no escatima esfuerzos en concienciar sobre la vulnerabilidad de los ciclistas y las graves consecuencias que pueden derivarse de no respetar las normas establecidas.
1LA DGT NO PERDONA: MULTAS Y SANCIONES QUE POCOS CONOCEN

La legislación actual establece con claridad las condiciones para realizar un adelantamiento seguro a ciclistas, aunque muchos conductores las ignoran o subestiman. La DGT contempla sanciones económicas que oscilan entre los 200 y los 500 euros, dependiendo de la gravedad y las circunstancias específicas de la infracción. Los controles en carreteras comarcales, especialmente en aquellas donde el turismo ciclista ha experimentado un auge significativo, se han intensificado notablemente durante los últimos años.
El sistema de puntos también se ve afectado cuando no respetamos la distancia de seguridad con los ciclistas. La pérdida de entre cuatro y seis puntos del carné supone un duro golpe para cualquier conductor, sin contar con las posibles consecuencias administrativas adicionales en caso de reincidencia. La DGT ha desarrollado campañas específicas para concienciar sobre este aspecto de la seguridad vial, enfocándose principalmente en aquellas zonas donde la convivencia entre vehículos a motor y bicicletas resulta más problemática. Las estadísticas demuestran que muchos conductores desconocen la severidad de estas sanciones hasta que se enfrentan a ellas.