Salvador Illa se presenta como el conseguidor de todos los éxitos de Cataluña, ocultando los fracasos propios, como buen líder socialista. No existe la autocrítica, pero sí señala con el dedo y advierte cuando el contrincante político le deja las cosas claras en el Parlament, como han hecho Sílvia Orriols, líder de Aliança Catalana; Ignacio Garriga, cabeza de lista de Vox; y Alejandro Fernández, el ‘popular’ que logra engrasar la maquinaria del PP para ubicarlo en lo más alto del constitucionalismo catalán.
Salvador Illa se autoproclama como el líder que ha logrado la vuelta de empresas de Cataluña, pese a que solo lo ha hecho Banco Sabadell, en plena opa hostil de BBVA. «La Caixa ha vuelto a Cataluña», afirman desde el PSC sin cesar, aunque la realidad es muy distinta. No obstante, Gesop está realizando una encuesta, iniciada este mismo viernes, sobre la política catalana y estatal, según ha podido conocer este medio.
En varias de las cuestiones, quizá las más polémicas, se plantean al encuestado directamente sobre el asunto del regreso de las sociedades a Cataluña. «¿Cómo valora la vuelta de La Caixa a Cataluña?» y si cree que la Generalitat de Salvador Illa ha tenido «mucho», «poco» o «nada» que ver con este hecho. La pregunta capciosa no ha dejado indiferente a más de un encuestado, según apuntan las fuentes consultadas.
GESOP PLANTEA «LA VUELTA DE LA CAIXA», PESE A QUE NO HA REGRESADO CAIXABANK
Gesop también pregunta por la quita de deuda con una cuestión directa: ¿Cómo cree que afectará la quita de deuda a Cataluña? (positivamente…negativamente…). Asimismo, algunas cuestiones hay que escucharlas dos veces antes de responder dado que no son tan directas.

«La Caixa no ha vuelto», ha llegado a responder más de uno. Pero esa opción no estaba disponible en el cuestionario realizado a través de llamada telefónica. No obstante, Salvador Illa insiste en repetir una y otra vez el mantra, pese a que la sede de CaixaBank, el grueso del holding, permanece en Valencia, mientras la sede operativa nunca se trasladó de Cataluña y se mantuvo en las torres negras de la Diagonal barcelonesa.
Illa afirma que el regreso responde «al menos en alguna medida» al trabajo realizado e incluso de las perspectivas positivas en Cataluña. El chiste se cuenta solo cuando el movimiento se produce en una situación en el que el Gobierno está presionando por tierra, mar y aire a las empresas para lograr reubicar sus sedes. No obstante, todas las cotizadas, salvo excepciones, mantienen su planificación fuera de Cataluña y no hay visos en el corto plazo de volver, como afirman desde CaixaBank. «No hay planes», destacan.
ILLA Y SU REASIGNACIÓN DE TRABAJO: NO HAY PLAN
A Illa no le están saliendo las cosas como esperaba. El filósofo y exministro de Sanidad le crecen los problemas a diario, con un caos ferroviario indigno y que sufren miles de catalanes. El director de Rodalies ha sido cesado pese a llevar meses en el puesto, pero la Generalitat lo niega. Afirma que ha habido una «reasignación de tareas». Todo un eufemismo, al que está bastante acostumbrado el brazo catalán del PSOE.
Illa, cuyo mensaje de investidura se centró en los servicios públicos y los funcionarios, está completamente desbordado por los frentes abiertos. Al caos ferroviario se suma la fracasada ley de vivienda singular, la creciente inseguridad, así como la falta de presupuestos en la vuelta a la «normalidad», donde Cataluña empeora a marchas forzadas frente a Madrid, un imán para la inversión extranjera, que después se distribuye al resto de España.

Illa habla de «ejecutar» los planes en lo que resta de legislatura. Sin embargo, a su acción le falta lo más importante: los presupuestos. Sin estos, no hay plan alguno y sí impagos, como sufren las farmacias. Concretamente, solo la Consejería de Sanidad adeuda 2.000 millones. La respuesta para las miles de farmacias es que tienen acceso a la financiación, es decir, que corran ellas con los intereses y los avales. Es el modelo de gestión de lo público del PSC, donde las bajadas de impuestos, aquellas que no se podían nombrar, son irrisorias.
CATALUÑA LIDERA, EL NUEVO ESLOGAN DE PROMESAS INCUMPLIDAS
El plan de Illa tiene un nombre grandilocuente: «Catalunya Lidera». El objetivo es volver a ser el motor de España, pero Madrid está imparable, rediseñando la ciudad como nunca antes, con planes para desarrollar el aeropuerto de Barajas, soterramiento de la M-30 y edificando viviendas a un ritmo menor de lo esperado, pero colocando ladrillos al fin y al cabo. En Cataluña, el panorama es diferente.
Se hacen grandes eslóganes, anuncios de decenas de miles de viviendas pero no se mueve un solo dedo. Eso sí, se pagan millonadas por inmuebles, pelotazos para el propietario y gastos innecesarios para el contribuyente. Total, la quita de deuda ya se sabe dónde va a ir.
Por no tener plan, ni Barcelona ha realizado un proyecto de ciudad también por la falta de presupuestos. Las rondas se mantienen intactas desde hace décadas y el caos circulatorio es una constante en una ciudad que no está preparada ahora para recibir la demanda inmobiliaria que se cierne en España. De hecho, se ha provocado la expulsión, con agrado para los propietarios, de miles de personas hacia la periferia, endosando el problema del alquiler al resto del área metropolitana, donde apenas existe ahora oferta y la que hay no se corresponde con el valor fundamental de los inmuebles. Precios incluso superiores a Barcelona se registran a tan solo 8 kilómetros de la ciudad.