La Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha pronunciado en numerosas ocasiones acerca de la importancia de una dieta equilibrada y nutritiva para mantener una buena salud. En esta ocasión, la OMS ha tomado una decisión que puede influir en el plato de millones de personas alrededor del mundo: prefiere el pavo al pollo como opción más saludable para incluir en la alimentación diaria. Esta afirmación plantea una serie de interrogantes en torno a las principales diferencias nutricionales entre estas dos carnes, así como sus beneficios para la salud.
El pavo ha sido frecuentemente relegado a un segundo plano en comparación con el pollo, que ha logrado una popularidad indiscutible en la gastronomía de muchos países. Sin embargo, la OMS destaca una serie de aspectos que hacen del pavo una opción preferible a la hora de alimentarse. Este cambio de enfoque no solo se trata de una simple elección alimenticia, sino que refleja una tendencia más amplia hacia una mayor conciencia sobre lo que se consume y cómo impacta en la salud.
1UN ANÁLISIS NUTRICIONAL DEL PAVO

El pavo se caracteriza por ser una carne magra que ofrece una gran cantidad de nutrientes con un bajo contenido en grasas. Esta carne es rica en proteínas de alta calidad, lo que la convierte en una aliada ideal para quienes buscan mejorar la salud muscular y mantenerse en forma. Además, la OMS enfatiza que el pavo es una fuente de vitaminas B, especialmente B3 y B6, que son esenciales para el metabolismo energético y el buen funcionamiento del sistema nervioso.
Otra ventaja significativa del pavo es su contenido de minerales como el zinc y el selenio. El zinc desempeña un papel crucial en el sistema inmunológico, ayudando al cuerpo a combatir infecciones, mientras que el selenio se destaca por sus propiedades antioxidantes, que protegen las células del daño causado por los radicales libres. De esta manera, al optar por el pavo, no solo se mejora la ingesta proteica, sino que también se fortalecen defensas y se promueve una buena salud general.
En comparación con el pollo, el pavo, aunque similar, presenta algunas diferencias que merecen ser mencionadas. Por lo general, la carne de pavo es menos calórica y contiene menos grasa saturada, lo que puede ser beneficioso para mantener un peso saludable y prevenir enfermedades cardíacas. Con una mayor ingesta de pavo en la dieta, se puede contribuir a una alimentación equilibrada que ayuda a reducir el riesgo de desarrollar problemas de salud a largo plazo.