Los calamares a la andaluza son el tipo de receta que evoca la esencia misma del mar y la comida del sur de España. Crujientes por fuera, tiernos por dentro, y con ese sabor definitivo a mar, se han convertido en una de las tapas más queridas en bares y bistrós junto a la playa en toda Andalucía. Su simplicidad es su mayor atractivo, ya que el secreto de su éxito es la frescura del producto y un proceso de fritura impecable que honra la textura y el sabor del calamar.
Los calamares a la andaluza son un maravilloso ejemplo de la cocina mediterránea en su máxima expresión. Con pocos ingredientes, técnicas bien ejecutadas y un resultado final que conquista los sentidos. Los calamares a la andaluza han cruzado fronteras y ahora se pueden encontrar en mesas de todo el mundo, con particular prominencia en áreas que apoyan los mariscos de calidad. Servidos con una rodaja de limón y usualmente acompañados con una copa de vino blanco o una cerveza fría, son un bocado irresistible, que siempre pide una segunda porción.
1Ingredientes para unos auténticos calamares a la andaluza
Para unos perfectos calamares a la andaluza, lo primero que debes hacer es contar con un producto de calidad. Los calamares frescos son la opción ideal, pero los anillos congelados también funcionan, siempre y cuando se descongelen correctamente. La harina es otro elemento clave, que necesita ser ligera y fina para no apabullar al calamar y crear una capa crujiente. En Andalucía, tradicionalmente se utilizaba harina de trigo o incluso harina de garbanzo, que aporta un sabor especial a la fritura.
El aceite de oliva virgen extra juega un papel esencial en una fritura dorada y sabrosa. Además de intensificar el sabor del calamar, también permite una cocción rápida y pareja. La sal, espolvoreada en todo el plato, realza el sabor del marisco en lugar de sobrepasarlo. Aunque muchas recetas añaden huevo o especias, la clásica receta de calamares al estilo andaluz es un estudio de la simplicidad, con solo calamar, harina, aceite y sal.
