Muchos conductores sueñan con poder pisar el acelerador a fondo sin temer a las consecuencias. En nuestras carreteras, la DGT establece límites de velocidad que deben respetarse para garantizar la seguridad vial, pero existe una situación excepcional y perfectamente legal que permite circular a velocidades de hasta 150 kilómetros por hora o incluso superiores. Esta excepción no es un secreto ni un vacío legal, sino una normativa específica vinculada a las pruebas y ensayos técnicos de vehículos.
El código de circulación español contempla situaciones especiales en las que determinados conductores pueden exceder los límites habituales de velocidad sin enfrentarse a sanciones. Estas excepciones, reguladas de forma detallada por la normativa de tráfico, permiten realizar pruebas técnicas en carreteras abiertas al tráfico bajo condiciones controladas y con los permisos pertinentes. La clave para poder circular legalmente a altas velocidades sin temor a multas radica en un elemento visual distintivo: la señal V-12, un dispositivo que identifica a los vehículos que están realizando ensayos debidamente autorizados.
3¿QUIÉNES PUEDEN REALMENTE BENEFICIARSE DE ESTA EXCEPCIÓN?
Esta excepcionalidad normativa no está pensada para conductores particulares que deseen experimentar la adrenalina de la velocidad. Los principales beneficiarios de este sistema son los fabricantes de automóviles, importadores oficiales y empresas especializadas en el desarrollo y homologación de vehículos. Estas organizaciones necesitan realizar pruebas de rendimiento, especialmente cuando desarrollan nuevos modelos o modifican componentes críticos de vehículos ya existentes, para garantizar su comportamiento en diferentes condiciones de conducción.
También pueden acogerse a esta excepción los medios de comunicación especializados en el mundo del motor que necesitan evaluar vehículos para sus publicaciones. En estos casos, los periodistas deben contar con la autorización expresa del fabricante o importador y cumplir con todos los requisitos establecidos por la DGT, incluyendo la solicitud previa del permiso y la colocación de la señal V-12. Las autoridades son especialmente rigurosas en la verificación de que estos ensayos respondan a una necesidad técnica real y no sean simplemente una excusa para circular a velocidades elevadas por placer o espectáculo.
