Muchos conductores sueñan con poder pisar el acelerador a fondo sin temer a las consecuencias. En nuestras carreteras, la DGT establece límites de velocidad que deben respetarse para garantizar la seguridad vial, pero existe una situación excepcional y perfectamente legal que permite circular a velocidades de hasta 150 kilómetros por hora o incluso superiores. Esta excepción no es un secreto ni un vacío legal, sino una normativa específica vinculada a las pruebas y ensayos técnicos de vehículos.
El código de circulación español contempla situaciones especiales en las que determinados conductores pueden exceder los límites habituales de velocidad sin enfrentarse a sanciones. Estas excepciones, reguladas de forma detallada por la normativa de tráfico, permiten realizar pruebas técnicas en carreteras abiertas al tráfico bajo condiciones controladas y con los permisos pertinentes. La clave para poder circular legalmente a altas velocidades sin temor a multas radica en un elemento visual distintivo: la señal V-12, un dispositivo que identifica a los vehículos que están realizando ensayos debidamente autorizados.
2CÓMO CONSEGUIR LA AUTORIZACIÓN DE LA DGT PARA ESTOS ENSAYOS

El proceso para obtener el permiso que habilita a circular a altas velocidades no es sencillo ni está al alcance de cualquier conductor. La normativa de la DGT establece un procedimiento específico que comienza con la solicitud formal ante las autoridades competentes. Los interesados deben presentar una petición detallada con al menos 72 horas de antelación a la fecha prevista para las pruebas, especificando los vehículos que participarán, los conductores designados, los tramos de vía donde se realizarán los ensayos y los horarios propuestos.
La solicitud debe ir acompañada de documentación técnica que justifique la necesidad de realizar estas pruebas a velocidades superiores a las permitidas habitualmente. La DGT evalúa cada petición individualmente, considerando factores como el estado de las vías seleccionadas y la densidad de tráfico en los horarios propuestos, para determinar si autoriza o no la realización de los ensayos. No todas las solicitudes reciben luz verde, ya que las autoridades priorizan siempre la seguridad del resto de usuarios de las vías públicas sobre las necesidades de las empresas que solicitan estos permisos especiales.