Las ‘golden visa’ siguen siendo la guinda para la inversión en España, pero especialmente en las zonas prime de la capital, Madrid, como el barrio Salamanca. La compra de cualquier inmueble en la zona garantiza el permiso de residencia. No obstante, este premio a la inversión solo tendrá validez hasta el próximo 2 de abril, último día en el que estará en vigor.
Para obtener la golden visa hay que tener dinero o fuertes inversiones. Los requisitos no están al alcance del común de los trabajadores, pero sí para las grandes fortunas que se están moviendo desde los países con mayores problemas de inseguridad pública, como México y Venezuela, según apuntan fuentes inmobiliarias conocedoras del terreno en Madrid.
Para acceder a una golden visa hay que tener al menos dos millones de euros en deuda pública o bien un millón de euros en acciones de sociedades españolas, fondos de inversión, capital riesgo o depósitos en bancos con firma española. No obstante, si se pone en marcha una iniciativa de interés general para desarrollarlo en territorio español también se accede a este privilegio saltándose las largas colas y procedimientos burocráticos.
LAS GOLDEN VISA DA ALAS AL DINERO DE VENEZUELA
El tercer requisito para poder conseguir la ansiada golden visa es la inversión inmobiliaria. Por la mitad de la inversión en acciones en cotizadas españolas, 500.000 euros, se puede obtener el permiso de residencia. El montante es alto, pero es inferior a casi cualquier inmueble situado en el prestigioso barrio Salamanca de Madrid.
«Es una de las razones por las que se están comprando inmuebles en esta ubicación única en Madrid», señala una prestigiosa fuente conocedora del sector inmobiliario en toda España. No obstante, advierte de los síntomas de la especulación financiera, cuya definición económica no es otra que la valoración de los bienes inmuebles está muy por encima de sus fundamentales. «Los precios crecen a un ritmo frenético y muy rápido», afirma. Aunque no ve freno en el corto plazo a la escalada de precios. «Es preferible un incremento sostenido a ver un latigazo trimestre tras trimestre», explica.
En el barrio Salamanca la especulación es salvaje en todos los niveles de inversión inmobiliaria. Locales que se venden por un 300% más elevados que hace apenas cinco años en plena explosión de la burbuja inmobiliaria de la época del 200; precios desorbitados por antiguos inmuebles de más de 70 años, por los que ahora piden entre un millón y millón y medio; y plazas de garaje prohibitivas para un salario medio. Hasta esos ocho metros cuadrados se han convertido en síntoma de la especulación, al pasar de los 10.000 a los 60.000 euros en algunos casos.
LA ESPECULACIÓN SE FIJA EN TODOS LOS INMUEBLES
«Querían una ciudad sin coches y la han convertido en una ciudad sin aparcamientos y el doble de vehículos», comenta un residente desde hace más de 50 años en la zona. «Sin sitio para aparcar, el negocio está en las plazas de garaje», apunta. «Son baratas y se amortizan en pocos años. Cada vez más van a subir el precio dado el urbanismo de los 15 minutos que buscan implantar», se aventura. El lado negativo es la baja venta de vehículos.
Sin sitio para aparcar y precios prohibitivos, los jóvenes optan por otras alternativas, como el alquiler de vehículos con o sin conductor o bien el transporte público y en el barrio Salamanca se podrán de quejar de muchas cosas, pero no de conexiones ni de autobús ni de metro, con paradas de distintas líneas muy cerca unas de otras, a menos de 10 minutos andando.

En cuanto a la llegada de latinoamericanos a esta zona exclusiva de Madrid, «el dinero llega a espuertas y los pisos tardan horas en venderse», apunta el residente. «Los precios están muy bien para lo que costaron en su día», destaca. En su caso, el inmueble costó la friolera de tres millones de las antiguas pesetas en la época de los 70. El valor actual en euros hoy sería cercano a los 480.000 euros debido a la inflación real acumulada desde entonces, según la calculadora oficial.
No obstante, estos inmuebles se están vendiendo por más del triple de lo que costó en su día. «El vecino lo vendió la semana pasada por cerca de un millón y medio», asegura. «El efecto llamada está teniendo también sus consecuencias. Uno que no quiso venderlo a una inmobiliaria importante en 2021, en plena pandemia, lo acaba de cerrar en otro millón y medio», destaca. Los anuncios no duran nada y los profesionales, como inmobiliarias y empresas dedicadas a la compraventa de edificios, se fijan en la zona para realizar compras conjuntas. «Se compran edificios íntegros y enteros», se reafirma.
LOS PRECIOS SE DISPARAN EN EL BARRIO SALAMANCA POR EL ‘BOCA A BOCA’ Y UNA SALVAJE ESPECULACIÓN
«Con liquidez y a estos precios, sin construcción, pueden ponerlos a la venta en poco tiempo y sacarse un buen beneficio; destinarlo a alquiler, pero con los impagos…no es la opción más aconsejable para el largo plazo; o bien reconvertirlo en hotel…». Estas son algunas de las opciones que destacan las fuentes del sector inmobiliario conocedoras del Madrid más de moda en este momento en el sector inmobiliario.
Asimismo, un piso en venta en el barrio Salamanca apenas dura en los tablones de anuncios. Como ejemplo de ello es la anécdota que le ha ocurrido a un empresario que colocó un anuncio de alquiler en Madrid para un solo día, esperando un centenar de interesados. Se le olvidó desconectar el anuncio y lo hizo pasadas 72 horas. Las respuestas en el buzón se contaban por miles. «Demanda hay y es fuerte», destacan. «Pero la cruda realidad es que no hay oferta y sin oferta el sector lo va a pasar mal», consideran.
Por el momento, el barrio Salamanca se erige así como un destino final de la inversión, mientras en Barcelona tratan de coartar al sector con medidas y leyes que impiden su normal desarrollo, estrangulando aún más la oferta, tal y como muestran los datos.
En cifras, casi el 25% de los anuncios de nuevos inmuebles a la venta en el barrio Salamanca se han registrado en el último mes, con casi 550 en conocidas páginas. Pero apenas hay 2.000 de los cientos de miles de viviendas que existen en la zona, pero apenas es el 2,5% del total de inmuebles en la zona, según los registros oficiales, que cifran la cantidad total en casi 80.000 viviendas.