La Comisión Europea de Ursula Von der Leyen plantea un kit de supervivencia más propio de los conocidos juguetes de Playmobil que para personas que están a un paso de la guerra en el corazón de Europa. Bruselas ha planteado en un borrador hacer acopio de comida, bebida y utensilios de supervivencia para un máximo de 72 horas que cabrían en poco menos que en una mochila de dos litros de capacidad, cuando los expertos en estas lides consultados por Moncloa apuntan que faltarían numerosas herramientas que «podrían salvar vidas».
El borrador con el que maneja Bruselas a la población civil, adelantado por El País, incluye 30 acciones, de distinta índole, en caso de emergencia a pesar de que los nacidos desde el 2000 apenas han tocado un arma en su vida. No obstante, para la Comisión Europea habría que realizar maniobras conjuntas y cursos especializados para los jóvenes y adultos, a pesar de que está implantada en España la objeción de conciencia, una de las excusas válidas para librarse de hacer el servicio militar obligatorio, la antigua mili, así como diversas enfermedades o las prórrogas para terminar la enseñanza secundaria obligatoria.
Todo ello lo pasa por alto el borrador de Bruselas de Von der Leyen, empecinada a entrar en una guerra sin realizar una consulta a la ciudadanía. La emergencia militar también se disfraza como climática, mientras se dará luz verde a la industria de los minerales raros, cuya extracción generará no solo contaminación, sino toneladas de residuos en forma de tierra, convirtiendo campos enteros en lodo inservible y de obligado reciclaje -se emplazará en Huelva la planta para ese cometido-.
Mientras Bruselas juega a los soldados sin un Ejército europeo para hacer frente a un supuesto ataque, y sin decir cuál será el enemigo concreto, ni una población civil preparada, se ha distribuido un panfleto con los elementos básicos para hacer frente a la amenaza.
UN ESCENARIO DE CONFINAMIENTO: EL KIT PROPUESTO POR BRUSELAS
El escenario dibujado por la Comisión Europea de Von der Leyen muestra una Europa sin electricidad en las viviendas, sin acceso a comida, ni medicamentos, ni agua potable en las tuberías. En resumen, una situación de guerra.

Para ello, pide llenar una pequeña mochila con una navaja multiusos, que no serviría para realizar trabajos medianos, como cortar árboles o ramas gruesas, una radio que funcione a pilas, las propias pilas, baterías portátiles para móviles, medicamentos, un botiquín de primeros auxilios, ropa de abrigo y guantes, linternas -sin hacer referencia a las propias pilas, pastillas potabilizadoras, agua, duplicado de las llaves del vehículo, fotocopias de los documentos personales, algunos alimentos no perecederos, unas gafas de protección y agua, junto con dinero en efectivo.
Todo ello para sobrevivir apenas 72 horas. «La mochila se parece más a la de un excursionista que viaja a otro país de turismo de aventura o bien un confinamiento que a un kit de supervivencia en caso de guerra», apunta un soldado del ejército español desplazado en la década del 2000 a Afganistán. «Por no incluir, no incluye ningún utensilio para hacer fuego, ni un encendedor, ni cerillas ni cerrocerio», apunta.
«Faltan vendas de distintos tamaños, mascarillas, algodón, cuerda, gasolina…», desgrana. «¿De qué sirve tener las llaves de un vehículo sin el combustible?», reflexiona. En este caso de emergencia, mi consejo pasaría, siempre y cuando fuera posible, por un taller de un amigo o de un familiar para poner a punto el coche, antes o después llenar el depósito y garrafas grandes, con el fin de transportar el doble del depósito dentro del coche. Si este fuera pequeño, uniría esfuerzos con vecinos y familiares para realizar convoyes -tienen más capacidad y en caso de que a alguien le falte algo, siempre se puede compartir-», afirma.
EL PANFLETO DE BRUSELAS CARECE DE ELEMENTOS PARA HACER FUEGO
«Es un panfleto y da risa. Si esto es lo que aconsejan a la población civil no iríamos por el buen camino», se sincera. «Que falten elementos tan importantes en un kit de supervivencia dice mucho de quien lo ha elaborado. Para empezar, que nunca ha estado en una situación ni remotamente parecida», puntualiza. Asimismo, «no se ha pensado en los bebés ni en las personas que no pueden comer según qué productos». «Si es para 72 horas, debería ser el Ejército quien realice el reparto», puntualiza.
«Estamos preparados para cualquier situación», matiza. «Lo contrario ya se ha visto: el pillaje, los robos, la inseguridad estaría a la orden del día», destaca. Para esa situación, «estaremos con los ciudadanos en todo momento. Nada deben temer, pero con este kit…»
«Es mejor asesorarse a tiempo y elaborar una mochila, incluso la del colegio o de montañero sería perfecta para hacer un buen equipaje con lo necesario para sobrevivir», aunque sea un corto periodo. Para las 72 horas, pondría las máximas mudas y aguantarlas el máximo tiempo posible, siempre y cuando se den las condiciones para ello. Si hay acceso a lavarla o tiempo para ello es preferible cambiarla. También calcetines gordos, calzado duro de montaña y zapatillas de deporte cómodas. «Nada de ropa ceñida o ajustada. En caso de no poder cambiarse se pasará mal con las rozaduras», puntualiza.
BOTAS DE MONTAÑA Y REFORZADAS PARA SUPERAR BARRERAS
«Si el calzado son botas de tobillo, mejor. Los cordones nos pueden servir de cuerda en un momento dado. El saco de dormir es muy importante, más si te dicen que te lleves el vehículo. No sabrás si puedes llegar a tu destino a tiempo y puede que se tenga que dormir dentro del vehículo o al raso. Si es dentro, puede servir de manta, no haría falta meterse dentro con una buena temperatura exterior», sostiene.
«También es importante proveerse de gafas de sol, más si el coche nos deja tirados en la cuneta y hay que andar kilómetros hasta llegar a la ayuda», comenta. «En este kit también hecho en falta elementos no eléctricos, como pequeñas sierras de corte o serruchos o palas pequeñas, que pueden caber perfectamente en el maletero», prosigue. «Una brújula es esencial y tampoco la hay», ha destacado. «Mapas también serían necesarios, no solo del país, sino de toda Europa e incluso de África, por si acaso hay huida hacia el Sur», aconseja a la población civil.

La incongruencia del kit emitido se centra también en la propia comida. «Si hablamos de productos no perecederos sería aconsejable hacerse con una pequeña cazoleta o una olla manejable para calentar la comida, unos cubiertos… Faltan numerosas cosas que tenemos en casa, a mano, y que muchos pasarían por alto si se siguen a pies juntillas estas recomendaciones. Un buen cuchillo no solo sirve para trocear carne, también nos es útil para defensa en un momento dado», puntualiza.
Además, 72 horas pasan muy rápido. Las pilas de una radio se agotan y sin otras de repuesto tampoco serviría el equipo. «!– /wp:paragraph –>
COMBUSTIBLE: DEPÓSITO LLENO O BIEN UN BUEN GRUPO ELECTRÓGENO
«E iría a un lugar seguro, al ser posible, con varios o todos los miembros de la misma familia», considera este soldado. «Tampoco debe ser muy aislado de poblaciones grandes porque los víveres escasearán y también la gasolina», remacha, pero al menos lo más juntos posible. Eso sí, matiza que sus consejos serían para un máximo de una semana. «En caso de tener una casa en una finca, me haría acopio de un grupo electrógeno y todo el combustible que pudiera», considera.
Una vez en la vivienda o en el sitio seguro, habría que realizar el racionamiento. «El reparto debería ser menos de una ración por persona, aguantar lo justo porque si se agrava el escenario faltará comida. Pienso más en los niños», prosigue. En caso de quedarse en la gran ciudad, «el acopio de combustible se puede realizar en el propio vehículo, siempre y cuando duerma el coche en un garaje seguro. En la calle no es aconsejable por el pillaje».
Asimismo, «guardar en una habitación todos los comestibles, material para su cocina y tener preparada una mochila con ropa, enseres personales, cepillo de dientes, algo de aseo y quizá un buen libro o varios. Lo bueno de los libros, además de su contenido, es que en caso de necesidad una sola hoja o un poco del lomo servirían como inicio de un buen fuego».
CADA MIEMBRO DE LA FAMILIA CON UNA MOCHILA PROPIA
Sería necesario, además, que cada miembro de la vivienda pudiera tener una mochila parecida. Es decir, como si cada uno fuera independiente del otro. «Puedes perderte, se puede perder el otro y te quedarías sin nada. Cada petate debe ser propio, con su ropa y demás», sostiene.
«No será el mismo peso para unos que para otros», considera. Asimismo, matiza que «el problema estaría también en las personas con movilidad reducida o aquellas que necesiten un tratamiento específico hospitalario». En el kit «no se pone ningún tipo de solución para una persona que necesite pañales o diálisis o una bombona de oxígeno», lamenta. Además, matiza que los vehículos eléctricos serían los que peor lo pasarían en caso de una guerra. «Si hay cortes de suministro tendrán un precioso pisapapeles», apostilla. «Deberían ser serios a la hora de diseñar un kit para una situación bélica o de conflicto», finaliza.