sábado, 29 marzo 2025

El rearme de España agudiza la crisis entre Defensa y Exteriores con Indra de fondo

Las aguas entre los Ministerios de Defensa y el de Asuntos Exteriores bajan revueltas últimamente, especialmente desde que Donald Trump llegará a la presidencia norteamericana e hiciera saltar todas las políticas exteriores y de defensa de los países miembros de la Unión Europea (UE). España, claro está, no ha sido una excepción y la relación entre ambas carteras, que eran regulares, han saltado por los aíres por esta nueva circunstancia geopolítica.

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Unas relaciones regulares entre dos ministros fuertes dentro de la órbita más directa con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Que vienen marcadas por el eterno debate que genera la custodia y vigilancia de la frontera sur de España. Con un Ministerio de Defensa, dirigido por la veterana Margarita Robles, siempre receloso de los movimientos militares de nuestro vecino, Marruecos. Y una cartera de Exteriores, comandada por el pro marroquí y «afrancesado», José Manuel Albares, que intenta rebajar los intereses y preocupaciones de Defensa en pro de sus «propios intereses» en la zona y la supuesta «hermandad» hispano-marroquí que propugna. Una ecuación difícil de descifrar a futuro.

En esta situación, hay que recordar que Albares, es uno de los hombres de máxima confianza de Pedro Sánchez y de las postulaciones ideológicas del presidente del Gobierno. Además, en el actual contexto de aumento en Defensa y Seguridad Nacional, el líder del ejecutivo central quiere que Albares gane peso en detrimento de una desgastada Margarita Robles, con un ideario más independiente de Moncloa y con mayores conocimientos de las necesidades urgentes de los militares españoles. Algo esto último, que tiene una menor relevancia en las decisiones que pueda tomar Alabares, un hombre que por encima de todo es partidario de Pedro Sánchez.

El caso es que a esta nueva situación geopolítica y de rearme armamentístico y moral desde el entorno de Pedro Sánchez se le quiere dar un enfoque más de Relaciones Internacionales que de Defensa. Con Albares como hombre fuerte de Sánchez frente a una Robles con menos peso, debido a su mayor independencia ideológica y que cada vez está teniendo menos importancia en la Agenda del Gobierno. Y más desde sus continuas presiones a Indra, una de las piezas claves para el rearme de la España de Pedro Sánchez, por los los continuos retrasos y contratiempos en los programas de blindados y tanques de del Ejército de Tierra.

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, José Manuel Albares, durante una sesión de control al Gobierno, en el Senado, a 25 de marzo de 2025, en Madrid (Fuente: Agencias)
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, José Manuel Albares, durante una sesión de control al Gobierno, en el Senado, a 25 de marzo de 2025, en Madrid (Fuente: Agencias)

LA CAPACIDAD DE FUEGO DE ESPAÑA UNA DE LAS PRINCIPALES OBSESIONES DE ROBLES

Uno de los programas que más preocupa a Robles son los referentes a la balística de nuestros misiles y la modernización de la artillería española. Una preocupación que realmente no es nueva y desde el 2020 está realizando el ejército español en armonía con Defensa, aunque bastante a cuenta gotas y despacio.

Algo que ha hecho que ahora entre las prisas en este sentido. Y más debido al fuerte rearme en este sentido por parte de Marruecos y por la importancia que ha tenido esta faceta en el conflicto de Ucrania, una guerra denominada «moderna» y que marca el posible tipo de agresión a la que debería hacer frente Europa en un hipotético futuro.

Robles preocupada por estos contratiempos ha comenzado a presionar a tres programas vitales para la mejora en estos aspectos de la defensa española: Los lanzacohetes del programa Silam; Los VCR 8×8 de Tess Defense y el contrato, todavía no entregado de los nuevos carros de combate de última generación Leopard A8, por el que hay una lucha «encarnizada» entre Indra y Santa Bárbara. Se necesitan que estén a tiempo y con la calidad requerida.

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Blindados construidos por Indra (Fuente: Agencias)
Blindados construidos por Indra (Fuente: Agencias)

PROGRAMAS CON CONSECUENCIAS POLÍTICAS

Estos tres proyectos citados como claves par arreglar la gran falla que tiene el Ejército Español tienen una serie de problemas que tienen sus respectivas consecuencias políticas. Y es en esta parte donde entran en juegos los intereses políticos, las rencillas y las disputas entre ministerios y grupos políticos.

El fracaso, hasta el momento, más importantes es uno de lo contratos más importantes de la cartera de Defensa es las construcción de 348 vehículos blindados VCR 8X8 Dragon por 2.400 millones de euros. Que lleva dos años de retraso y estás siendo realizado por el consorcio Tess Defense liderado por Indra e integrado por Escribano, Santa Bárbara y Sapa. Robles aprieta para su puesta a punto rápido y amenaza con imponer una sanción de un 10% del presupuesto al consorcio.

Algo a lo que el presidente no quiere llegar a ser una apuesta personal la colocación de Indra como futuro campeón de Defensa del Gobierno y con varios contratos en liza para una entidad con representación importante por parte del Gobierno en el accionariado, con el consiguiente enfado de Robles, cada vez más apartada de las decisiones internacionales por Albares.

Otro punto caliente son los lanzacohetes del programa Silam, tecnología israelí trasferida a España para tal cometido, de gran importancia estratégica, y que enfrenta a Robles con Sumar y Podemos, por su procedencia de Israel. Sánchez lleva «vendiendo» que no hace negocios armamentísticos con Israel a sus socios de Gobierno, que están indignados por estos acuerdos. Defensa eligió Silam por su efectividad y costo por encima de otros proyectos.

El tercero y la próxima «patata caliente» del Gobierno será el proyecto de los tanque Leopard A8, por el que entran en disputas Santa Bárbara e Indra, que luchan por uno de los contratos más golosos del sector con el Gobierno presionando a Indra para que compre y españolice a Santa Bárbara, vendida hace más de 20 años por Aznar. Una guerra con muchos capítulos todavía por jugar y más teniendo en cuenta la preferencia de Defensa para que Santa Bárbara lleve a cabo el programa.

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