Reyes Maroto insiste en implantar en Madrid la ley catalana del alquiler bajo el argumento de que «los precios han bajado». La situación en Cataluña, no obstante, dista y mucho de la realidad que le llega a la líder del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid. La ley catalana del alquiler no solo ha logrado batir todos los récords en los precios, sino que, además, ha estrangulado la oferta hasta hacerla casi inexistente.
«Exijo a Almeida que deje de usar a lxs madrileñxs como rehenes», firmó en Twitter la líder socialista, acorralada en el caso Koldo por sus más de 40 mensajes instantáneos con el comisionista y testigo de cargo, Víctor de Aldama. «Debe aplicar la ley de Vivienda para que medio millón de personas puedan beneficiarse de la bajada de los alquileres, como ya sucede en Barcelona», ha remachado.
La líder del PSOE en la capital se centra en los grandes titulares que algunos medios en Cataluña han publicado, pero sin leer la letra pequeña de las consecuencias de una nefasta ley del alquiler. «. Chocolate del loro. Las cifras salen del Incasól, el Instituto Catalán del Suelo, y en base a las fianzas depositadas. No todos los inquilinos depositan ahí sus fianzas y ahora se exigen pagos por adelantado.
REYES MAROTO REPLICA TITULARES SIN ATENDER A LAS CONSECUENCIAS
El soniquete suena perfecto cuando se ha cumplido un año de la normativa que fija una subida mínima en los alquileres. Las consecuencias de este desaguisado reglamento no se hicieron esperar y tan solo hay que darse una vuelta por las inmobiliarias o preguntar a los propietarios que aún se atreven a poner en alquiler sus inmuebles. La normativa aplaudida por Reyes Maroto se ha llevado por delante la inmensa mayoría de la oferta en los últimos meses, que se hunde un 84% en tan solo cinco años.
«La compraventa de viviendas es la única solución que queda a los propietarios», apuntan fuentes del sector inmobiliario catalán. «No hay promociones, no hay suelo y el único negocio ahora son las soluciones imaginativas o repescar los contratos de alquiler de temporada», destacan.
EL CASO DE LA EXNÚMERO DOS DE COLAU, UNA LECCIÓN PARA REYES MAROTO
En este sentido, cabe señalar el caso que le ha sucedido a Janet Sanz, la máxima responsable de Barcelona en Comú, cuando su casero le ha tratado de endosar una subida del alquiler del 50% y pasar su contrato a temporal, es decir, no más de once meses. «Vivo de alquiler, se me había acabado el contrato y mi propietario me hizo la oferta de que si quería renovar el contrato me haría un alquiler de temporada para así poder incrementar el precio un 50%», relata la edil y la entonces número dos de Ada Colau.

La propia Janet Sanz afirma que es la «realidad» que viven los inquilinos de Barcelona -ella reside en el barrio de Poble-sec-. Todo ello, con la propia ley que su mismo grupo apoyó en el Parlament. Los precios en esa zona rondan entre los 1.100 y 1.500 euros, los hay por más de 2.000 euros, cuotas imposibles para el común de los trabajadores. La habitación en la zona apunta a unos precios que oscilan entre los 800 y 1.000 euros mensuales.
La realidad es que es imposible con los sueldos actuales poder habitar en una vivienda de alquiler si se tiene una familia con dos salarios medianos. La inmensa mayoría salió de la Ciudad Condal hacia zonas del área metropolitana, donde se han tensado aún más los precios, pasando de los 400 a los más de 900 euros que se piden, e incluso a los más de 1.200 euros que llegan a exigirse en algunos de los municipios.
El propietario de siempre ha abandonado el mercado
Para Reyes Maroto, con un sueldo público de 101.800 euros brutos anuales, estas cuotas de alquiler son las que busca para la capital, mientras se incrementan los requisitos para acceder a la vivienda, como tres meses mínimo de fianza, nómina con más de dos años de antigüedad, un salario estable y cláusulas ‘antiocupas’ por si acaso llega el impago. «Algunos llegan a pedir hasta 6.000 euros como señal; otros exigen el pago de 100 euros solo por ver el piso», puntualizan las fuentes consultadas.
CONDICIONES DISPARATADAS PARA ALQUILAR EN BARCELONA
«El propietario de siempre ha abandonado el mercado. Cerrojazo, venta y a buscar otra vivienda», indican. Los anuncios de alquiler se cuentan apenas por decenas en algunos barrios y no duran apenas unas horas a pesar de las condiciones. Quién alquila en Barcelona: especialmente extranjeros, con elevados salarios y que la empresa suele ya tener algunos inmuebles listos para evitar ahuyentar al talento. Para Reyes Maroto, a pesar de los datos, «la ciudadanía no merece un alcalde que no se preocupa por sus problemas».
Las cifras en los últimos cinco años son aún más dramáticas, hasta el punto de que la propia Generalitat ha reducido la cuota fiscal a quienes cobran menos de 30.000 euros y aumentado las deducciones por el alquiler de los 32 a los 35 años, medidas que llevan implantándose en la Comunidad de Madrid desde hace décadas. Y eso que Salvador Illa no quería ni oír hablar de bajar impuestos. Pero la falta de presupuestos, como ocurre con el Gobierno de Pedro Sánchez, aprieta.
Para más cifras, Barcelona es la ciudad donde más ha caído la oferta del alquiler desde el estallido de la pandemia. En concreto, un 84%, mientras que los precios se han disparado un 62%. Todo con una ley de Vivienda para toda España y una particular para Cataluña. De media, la caída del alquiler en España ha sido del 50%, mientras que los precios han aumentado un 30%. En Madrid, la oferta ha caído también, pero 13 puntos menos que en Barcelona, hasta el 71%, pero más aún se reduce en Sevilla y Palma.