miércoles, 26 marzo 2025

Así pueden espiarte por la cámara del móvil sin que te enteres

La seguridad digital se ha convertido en una preocupación creciente para millones de personas en todo el mundo. El uso constante del móvil como herramienta indispensable en nuestro día a día ha abierto la puerta a nuevas formas de intrusión en nuestra privacidad que resultan extremadamente difíciles de detectar. Los expertos en ciberseguridad llevan años advirtiendo sobre la posibilidad de que terceros accedan remotamente a nuestras cámaras, convirtiendo nuestros dispositivos en herramientas de vigilancia silenciosa que capturan momentos íntimos sin consentimiento.

Esta amenaza invisible resulta especialmente inquietante porque se desarrolla justo delante de nuestros ojos, pero permanece oculta entre las complejas capas de software que gestionan nuestros teléfonos. Los ciberdelincuentes han perfeccionado técnicas para burlar los sistemas de seguridad y obtener acceso no autorizado a las cámaras frontales y traseras. Según datos recientes, más del 60% de los usuarios desconoce completamente que sus dispositivos pueden estar comprometidos mientras continúan utilizándolos con normalidad, lo que facilita enormemente la labor de quienes buscan aprovecharse de esta vulnerabilidad.

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MÉTODOS INVISIBLES: CÓMO HACKEAN TU CÁMARA

Fuente Freepik

El acceso no autorizado a la cámara del móvil suele comenzar con la instalación de algún tipo de software malicioso, conocido en el argot tecnológico como malware. Este software dañino puede llegar a nuestros dispositivos a través de aplicaciones aparentemente inofensivas descargadas desde tiendas no oficiales o incluso mediante archivos adjuntos en correos electrónicos de phishing. Una vez instalado, el malware opera en segundo plano sin mostrar ningún icono visible y puede activar la cámara del móvil incluso cuando la pantalla está apagada.

Otra técnica habitual implica explotar vulnerabilidades en las aplicaciones que ya utilizamos a diario. Las redes sociales, las aplicaciones de mensajería instantánea o incluso las herramientas de videollamada pueden contener fallos de seguridad que permiten a los atacantes tomar el control de la cámara. Los ciberdelincuentes más sofisticados emplean los denominados «ataques de día cero», aprovechando brechas de seguridad desconocidas para los propios fabricantes del móvil y logrando así acceder a las funciones del dispositivo sin necesidad de que el usuario conceda ningún permiso explícito.

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