San Sebastián, también conocido como Donostia en euskera, es considerada una de las ciudades más hermosas del País Vasco, porque ofrece tanto a locales como a turistas elegancia, paisajes espectaculares y una gastronomía única. Además, San Sebastián también es famoso por su bahía de La Concha, la fascinante vida cultural y los exquisitos pintxos, lo que hace que sea el lugar ideal para una escapada inolvidable.
San Sebastián tiene muchas opciones para conocer durante tu visita, como sus playas, su casco histórico, y su comida. Cada rincón de esta ciudad tiene un encanto especial, desde el monte Urgull, con vistas panorámicas impresionantes, hasta el Peine del Viento, una obra de arte en plena naturaleza. Sus festivales internacionales, como el prestigioso Festival de Cine de San Sebastián, atraen a viajeros de todo el mundo. Esta ciudad ofrece aventuras durante todo el año, y son tantas que a veces es difícil elegir si el tiempo es corto. Es por ello, que te enseñaremos algunos de los mejores planes para hacer en San Sebastián.
2Deleitarte con los famosos pintxos de San Sebastián

San Sebastián es muy conocido también por su gastronomía que conquista paladares de todo el mundo. La ciudad es conocida por tener algunos de los mejores restaurantes del mundo, muchos de ellos incluso poseen estrellas Michelin. Sin embargo, no es necesario visitar un restaurante de alta cocina para probar la mejor comida de San Sebastián. Lo que te recomendamos es dar un recorrido por la ciudad y así encontrarás bares donde podrás deleitarte con los mejores pintxos.
La mejor opción para hacer tu recorrido gastronómico es en el casco viejo, en donde encontrarás bares emblemáticos como La Cuchara de San Telmo o Borda Berri, y podrás probar delicias como la carrillera de ternera al vino tinto o el pulpo a la parrilla. Además, no solo debes ir por pintxos, definitivamente debes probar el txakoli, un vino blanco típico de la región, que marida a la perfección con los sabores del mar y la tierra. Probar los pintxos en San Sebastián es más que solo disfrutar de una comida, es hacer parte de la cultura local.