jueves, 3 abril 2025

Rosquillas tontas y listas: la receta más castiza de Madrid para un dulce irresistible

Las rosquillas tontas y listas son un clásico de la repostería madrileña, especialmente populares durante las festividades de San Isidro. Estas delicias, con siglos de tradición, se diferencian en su acabado, ya que las tontas son sencillas, sin ningún tipo de cobertura, mientras que las listas se bañan en un glaseado de azúcar y limón que les da un toque brillante y dulce. Ambas variantes representan la esencia de la gastronomía castiza y han perdurado como un símbolo de la ciudad.

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Elaboradas con ingredientes básicos como harina, huevos y azúcar, estas rosquillas destacan por su textura esponjosa y su inconfundible sabor. Aunque su origen se remonta a la repostería conventual, hoy en día son un imprescindible en cualquier pastelería madrileña. Prepararlas en casa es una experiencia gratificante, ya que permiten disfrutar de un dulce tradicional con el auténtico sabor de Madrid.

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Paso a paso para hacer rosquillas caseras tontas y listas

Fuente: Freepik Premium

El primer paso para preparar las rosquillas es batir los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa. Luego, se añade el aceite de oliva y el anís, integrando bien los ingredientes. Poco a poco, se incorpora la harina tamizada junto con la levadura, amasando hasta obtener una masa homogénea y maleable. Esta se deja reposar unos minutos antes de formar las rosquillas.

Para darles forma, se hacen pequeñas bolas de masa que se perforan en el centro con los dedos, creando el clásico anillo. Se colocan en una bandeja y se hornean a 180°C durante unos 15-20 minutos, hasta que adquieren un tono dorado. Una vez listas, las rosquillas tontas están en el estado perfecto para degustar, mientras que las listas requieren el glaseado como un paso extra.

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