Asturias esconde uno de los enclaves más misteriosos, que está completamente abandonado pero que se convirtió en una joya digna de inspeccionar. Se trata de una ciudad en Asturias que tiene casas gigantes, con buena estructura pero en la que no vive absolutamente nadie. Esta es la Ciudad Residencial Perlora que parece la escenografía de una película de terror.
Sin embargo, lejos de ser un pueblo con fantasmas, son los restos de un proyecto que nunca pudo ser concretado. Perlora fue fundada gracias a la Obra Sindical de Educación y Descanso y tuvo su punto álgido entre los 60 y los 70, ofreciendo un refugio vacacional con vistas al Cantábrico que muchos envidian.
Los detalles de la ciudad más misteriosa de Asturias
Ciudad Residencial Perlora tuvo su momento de auge pero su declive llegó tiempo después. Visitarla era el sueño de todos los que querían descansar en verano, porque podían descansar en enormes residencias con vistas al mar y disfrutar de impresionantes playas. Ahora, los arenales siguen siendo visitados pero las mansiones se encuentran vacías, dando una imagen triste de pueblo fantasma que algún día tuvo gran popularidad.
Su caída y abandono se debe al desmembramiento de la Obra Sindical de Educación y Descanso. Aunque quisieron recuperarla en 2007, el proyecto no pudo ser concretado y las autoridades no se pusieron de acuerdo para ponerlo en marcha. Lo más preciado de este sitio, es el diseño arquitectónico de estas casas que se encuentran dentro del Movimiento Moderno reconocida por el Docomomo Ibérico.
Un enclave que permanece en el olvido en uno de los rincones más bonitos de Asturias

La Ciudad Residencial Perlora fue construida en 1954 bajo el régimen de Francisco Franco para que los empleados públicos del país puedan tener su espacio de vacaciones. Esta no sólo tiene más de 200 casas, sino que cuenta con una iglesia, cafeterías y tiendas que se encuentran en el olvido. En este sitio las familias numerosas pagaban menos y se hacía un descuento de hasta el 20 por ciento para ellas.
Además, existían otras similares en el resto de Europa y hasta se hacían intercambios de trabajadores por ellas. Entre todas sus comodidades, existían espacios para niños y un comedor donde se reunían todos para compartir el almuerzo o la cena. Hacia 1982 este complejo dejó de pertenecer al Estado y pasó a manos del Principado de Asturias por lo que comenzó con su deterioro.
Una luz de esperanza para la ciudad misteriosa de Asturias

Aunque no existe aún un plan firme de recuperación, las autoridades de Asturias planean recuperar esta zona. Las casas se mantienen en buena forma, a pesar del abandono. Muchos vecinos juntaron firmas para que este sitio de Asturias salga adelante aunque la inversión es muy costosa para el Principado. Tal como se difundió, la reparación y renovación de cañerías requiere de una inversión de 1,4 millones de euros al año.
Durante el año pasado, se confirmó una inversión regional de 300.000 euros destinada a la puesta en funcionamiento de toda la red eléctrica del complejo, lo que da un paño de esperanza a los vecinos y trabajadores que quieren volver a tener este servicio abandonado. A esto se le suma la inversión de dos millones de euros invertidos en los últimos diez años en mantenimiento y conservación. A pesar de las voluntades de algunas organizaciones, el destino de la Ciudad Residencial Perlora sigue siendo un enigma. Un sitio que espera ser habitado y disfrutado por aquellos que desean pasar vacaciones asequibles en un entorno natural espectacular.