La mayonesa es una de esas salsas imprescindibles en cualquier cocina que se precie. Desde acompañar unas patatas bravas hasta realzar un sándwich, su versatilidad la convierte en un básico que nunca falla. Sin embargo, preparar una mayonesa casera puede convertirse en una tarea frustrante si no se conocen los secretos para evitar que se corte. Afortunadamente, existe un truco andaluz que garantiza una mayonesa casera perfecta, cremosa y sin riesgo de que se estropee. La clave está en calentar un poco de leche y añadirla poco a poco mientras se bate, aprovechando las propiedades emulsionantes de la caseína.
Este truco, transmitido de generación en generación en las cocinas andaluzas, es la solución definitiva para conseguir una mayonesa casera sin fallos. La leche caliente actúa como un estabilizante natural, impidiendo que los ingredientes se separen y garantizando una textura suave y homogénea. Olvídate de los intentos fallidos y de las mayonesas cortadas; con este sencillo truco, podrás disfrutar de una mayonesa casera deliciosa y perfecta en cada ocasión. La mayonesa casera, hecha con cariño y este truco, realzará cualquier plato.
3EL PROCESO PASO A PASO: SENCILLO Y SIN COMPLICACIONES

Preparar una mayonesa casera con el truco andaluz es un proceso sencillo y sin complicaciones que cualquier persona puede realizar en casa. El primer paso es reunir todos los ingredientes: huevos, aceite, zumo de limón o vinagre, sal y, por supuesto, la leche caliente. Es importante tener todos los ingredientes a mano antes de empezar a batir la mayonesa.
A continuación, se colocan los huevos, la sal y el zumo de limón o el vinagre en un vaso o recipiente alto. Se empieza a batir con una batidora de mano a velocidad baja, añadiendo el aceite poco a poco en forma de hilo. Es importante añadir el aceite de forma gradual, mientras se bate de forma constante, para que se vaya emulsionando con los huevos.
Una vez que la mayonesa ha empezado a espesar, se añade la leche caliente poco a poco, sin dejar de batir. Se sigue batiendo hasta que la mayonesa tenga la consistencia deseada. Si la mayonesa queda demasiado espesa, se puede añadir un poco más de leche caliente. Si queda demasiado líquida, se puede añadir un poco más de aceite. Es importante probar la mayonesa y ajustar la cantidad de sal y zumo de limón o vinagre al gusto.