La mayonesa es una de esas salsas imprescindibles en cualquier cocina que se precie. Desde acompañar unas patatas bravas hasta realzar un sándwich, su versatilidad la convierte en un básico que nunca falla. Sin embargo, preparar una mayonesa casera puede convertirse en una tarea frustrante si no se conocen los secretos para evitar que se corte. Afortunadamente, existe un truco andaluz que garantiza una mayonesa casera perfecta, cremosa y sin riesgo de que se estropee. La clave está en calentar un poco de leche y añadirla poco a poco mientras se bate, aprovechando las propiedades emulsionantes de la caseína.
Este truco, transmitido de generación en generación en las cocinas andaluzas, es la solución definitiva para conseguir una mayonesa casera sin fallos. La leche caliente actúa como un estabilizante natural, impidiendo que los ingredientes se separen y garantizando una textura suave y homogénea. Olvídate de los intentos fallidos y de las mayonesas cortadas; con este sencillo truco, podrás disfrutar de una mayonesa casera deliciosa y perfecta en cada ocasión. La mayonesa casera, hecha con cariño y este truco, realzará cualquier plato.
2INGREDIENTES FRESCOS: LA CLAVE DEL ÉXITO

Además del truco de la leche caliente, la calidad de los ingredientes es fundamental para conseguir una mayonesa casera deliciosa. Utilizar huevos frescos, aceite de oliva virgen extra de buena calidad y un poco de zumo de limón o vinagre es esencial para obtener un sabor y una textura óptimos. Los ingredientes frescos no solo mejoran el sabor de la mayonesa, sino que también contribuyen a su estabilidad y durabilidad.
Los huevos deben estar a temperatura ambiente antes de empezar a batir la mayonesa. Esto ayudará a que se emulsionen mejor con el aceite y evitará que la mayonesa se corte. Es importante utilizar huevos frescos y de calidad, ya que esto influirá directamente en el sabor y la textura de la mayonesa. Optar por huevos camperos o ecológicos puede marcar la diferencia.
El aceite de oliva virgen extra es la mejor opción para preparar una mayonesa casera, ya que aporta un sabor y un aroma únicos. Sin embargo, si se prefiere un sabor más suave, se puede utilizar aceite de girasol o una mezcla de ambos. Es importante utilizar un aceite de buena calidad, ya que esto influirá directamente en el sabor y la textura de la mayonesa. Evitar los aceites refinados o de baja calidad.