La princesa Leonor ha llegado a Chile hace unos días a bordo del Buque Escuela Juan Sebastián Elcano, y su paso por Punta Arenas ha generado gran expectación en los medios y en el público. El motivo de la emoción por este destino, es que ha sido el primer lugar en donde la princesa Leonor ha podido disfrutar de forma un poco más relajada sin pensar en el protocolo institucional. En esta ocasión la princesa no tenía actos oficiales organizados lo que hizo que se sintiera más libre.
La princesa Leonor se ha integrado naturalmente con sus compañeros, realizando recorridos por la ciudad, visitando locales y movilizándose como una turista más. Esta libertad de Leonor podría no ser bien vista por la Casa Real Española, que intenta cuidar muy bien todos sus movimientos y preservar una buena imagen de la futura reina. La presencia de la princesa en un bar de la zona llamó mucho la atención, haciendo que se empezaran a preguntar cuáles son los límites de su libertad para este viaje.
2Libertad lejos del protocolo habitual

La estancia en Punta Arenas para los guardamarinas, incluida la princesa Leonor, ha sido muy diferente a su estadía en los lugares visitados anteriormente. En Punta Arenas no tenían actividades oficiales que los hicieran regirse por un protocolo, lo que les ha otorgado más libertad para recorrer y conocer la ciudad. Sin embargo, lo que es positivo para ellos, podría no ser del mayor agrado de la Casa Real, generando tal vez incomodidad por no tener a Leonor en supervisión constante como se está acostumbrado.
Todos estos aspectos sobre la libertad de la princesa Leonor en Punta Arenas, y la ausencia de compromisos institucionales en este destino, refuerza más la idea de que Leonor ha podido vivir una experiencia de forma más independiente a bordo del buque. Pero por otro lado, en Zarzuela, podrían preferir que mantenga una imagen más reservada y cautelosa, aunque no haya incumplido ninguna regla o norma.