El FC Barcelona de Joan Laporta tiene serios problemas para cumplir con los presupuestos debido a los retrasos de Limak en la edificación del Camp Nou. Los socios tenían que entrar a finales del pasado año en el nuevo estadio para ver jugar a los blaugranas de Hansi Flick, que puede optar aún por el ansiado triplete –Champions League, Liga y Copa del Rey-, pero no será hasta, en principio, la próxima temporada cuando finalmente se pueda albergar un encuentro de fútbol.
Por el momento, los blaugranas de Laporta se han quedado sin celebración en su estadio del 125 aniversario del club, pero también sin los millones de los que dependen las cuentas del club, cruciales a la hora de inscribir jugadores. Todo, por la elección de la turca Limak para levantar el nuevo Camp Nou. El coste, además, es doble dado que tiene que abonar durante los próximos meses el alquiler del estadio Olímpico hasta mayo.
Limak ganó el concurso al ser la oferta más barata. El club contrató a una compañía sin experiencia en la remodelación de estadios de primer nivel, ni tampoco en la edificación de cero, pero la directiva blaugrana aceptó el montante, de 900 millones de euros y con el compromiso de cerrar la obra en verano de 2026. Pero las obras van con meses de retraso, y con la polémica de los vídeos de los trabajadores sentados en las gradas centrales, mientras fueron protagonistas de las pésimas condiciones laborales.
El FC Barcelona pidió los permisos para trabajar mañana, tarde y noche, con las consecuentes quejas vecinales, pero el permiso del Consistorio para acelerar los tiempos. Nadie entendía como le podían dar ese proyecto a la empresa turca, más cuando hubo ofertas de Vinci, Ferrovial y FCC, con amplia experiencia en este tipo de proyectos y todos con nota muy alta.
VOCES DEL SECTOR APUNTAN A 2027 PARA FINALIZAR EL ESPAI BARÇA
El estadio en sí debía estar preparado para esta misma temporada, mientras que todo el Espai Barça, con sus hoteles y centro de convención, se dejarían para activarse en 2026. «Con este ritmo, no estarán ni para 2027», afirman fuentes de la construcción a MONCLOA.
El FC Barcelona aseguró que la Junta Directiva aprobó por «unanimidad de los presentes qué empresa debe ejecutar las obras de remodelación del Spotify Camp Nou». Lo que no dijo es que Jordi Llauradó, director responsable del Espai Barça y miembro de esta junta directiva, dimitió en el cargo a los dos días de finalizar esta licitación y no emitió su papeleta.
De hecho, mantendrá su asiento en la junta. Por tanto, no hubo «unanimidad». Cabe señalar que Llauradó es una pieza clave en materia de construcción y es conocido por su «ética». Era el más idóneo para el proyecto, el mejor preparado, pero el día más importante en la historia financiera del club guardó silencio.
Pero el papel con firma de Laporta lo aguantaba todo, hasta que la realidad hace el borrón. De estar un solo año en Montjuïc se va camino del tercero y solo la ilusión mantiene el número de abonados que pagan para subir la montaña de la ciudad condal y ver el espectáculo de temporada de los de Hansi Flick, que en ese aspecto no hay nada que reprochar al mantener el nivel más alto en todas las competiciones y contra los grandes de la Liga y de Europa.
CRÍTICAS A LA GESTIÓN DE LAPORTA
El Barça dio comienzo a las obras en junio de 2023 y no hay ahora fecha para su finalización, a pesar del optimismo mostrado en público. En privado, la situación no es ni mucho menos la idílica, pero los trapos sucios se lavan de puertas para adentro. Existen críticas a la gestión, al planteamiento y a la deriva económica que tomará el club si no consigue casar los ingresos con los gastos a final de temporada. «No quedan palancas, pero con Laporta nunca se sabe», afirman fuentes internas, que saben que es la última bala para sanearlo todo.

Sin los ingresos esperados, el Barça podría desatar las alarmas con el fair play financiero y más cuando no ha podido inscribir a jugadores en esta temporada debido a la dictadura de los números, que deben cumplir todos los equipos.
La falta de asientos, sin lavabos y el nuevo césped son solo algunos cabos que faltan por cerrar por la constructora Limak tras dos años de obras y meses de retraso en los trabajos. Para la próxima temporada, el FC Barcelona no abonará el alquiler de Montjuïc y ofrecerá como alternativa jugar en casa contra los equipos que toquen. No obstante, dependerá de los eventos que realizan los clubes. En Cataluña solo hay dos campos más de Primera: el Espanyol y el Girona. En caso de acudir al estadio rival, dependerá de la disponibilidad debido a los nuevos ingresos de conciertos y eventos que se celebran en algunos estadios, como el Metropolitano.
LOS AFICIONADOS SE QUEDARÁN EN MONTJUÏC O JUGARÁN FUERA DE CASA
Asimismo, los aficionados del FC Barcelona no llenarán el estadio una vez pueda celebrar encuentros en el Camp Nou. El número de espectadores será de poco más de 60.000 para empezar. Los propios socios ya tienen constancia de la situación actual y deberán ampliar su pase en el Estadio Olímpico de esta misma temporada.
Para 2026 deberían estar sentados los 104.600 espectadores, pero las dificultades mandan, así como la tensión en la tesorería del club, que necesita dinero de la venta de camisetas y otros productos. Para el 125 aniversario ha lanzado toda una colección a precios desorbitados, una muestra de la situación que afronta la directiva de Laporta, un ‘mago de las finanzas’ y que hasta ahora ha conseguido todo lo propuesto sobre la bocina, ‘in extremis’.
En esta temporada estaba presupuestado jugar en el Nuevo Camp Nou, pero habrá números rojos y La Liga no perdona cuando no se cumplen las reglas financieras. Por el momento, los ingresos del nuevo museo, la tienda y los eventos del día de partido no generan ingresos y no lo harán hasta que el Camp Nou abra sus nuevas puertas. El filón debía reportar unos ingresos de 1.000 millones anuales, más cuando el museo del FC Barcelona compite con la Sagrada Familia en número de visitantes.