El pasado domingo 16 de marzo la Casa de América de Madrid anunció su decisión de suspender la proyección de tres películas, como parte de un ciclo promovido por la Embajada de Venezuela en España. Un hecho que indignó a los diferentes colectivos de opositores venezolanos que consideraban este proyecto «un lavado de imagen» del Gobierno de Nicolás Maduro.
Un hecho que pasó de puntillas a nivel mediático, al ser un domingo bastante tranquilo, pero que en los mentideros políticos ha causado verdadero estupor que dentro de la ciudad y la región que más cobijo da a la oposición venezolana. Algo que ha indignado a los miembros del Partido Popular y vox principalmente.
El ciclo de la polémica emitía tres filmes como parte del mismo bajo el tenía como nombre Cine y memoria: la voz del pueblo y la lucha por la soberanía, que iba a tener lugar entre el 17 y 24 de marzo, Casa América iba a emitir las películas Operación Orión (2018), Alí Primera (2024) y La batalla de los puentes (2020).
El caso es que la Comunidad de Madrid se puso manos a la obra y logró presionar a la Casa de América para suspender el ciclo de cine. Como excusa para esta suspensión el Gobierno regional y el Ayuntamiento de la capital señalaron que las películas incluidas en la programación «enaltecían la dictadura» de Nicolás Maduro y no son más que mera «propaganda» del chavismo. Algo que asombró a las instituciones de Madrid y que ven algo más que un descuido en dicha representación.
Para tal efecto, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital José Luis Martínez-Almeida expresaron su rechazo a la programación de estas películas de forma persona, y ambos gobiernos enviaron cartas a León de la Torre, director de la Casa de América, en las que calificaron las proyecciones de «intento de blanqueo» del régimen de Maduro.
También hay que recordar que la vicealcaldesa, Inmaculada Sanz, insistió en que la institución no puede convertirse en un «altavoz del autoritarismo», evidenciando así el enfado de amabas instituciones y el Partido Popular con el la Casa América, una entidad, que por otra parte tiene bastante prestigio dentro de la capital madrileña.

INSULTOS DE MADURO CONTRA AYUSO Y ALMEIDA
Y tras esta situación, y como era de esperar, el presidente de la República de Venezuela, Nicolas Maduro, se unió a esta «fiesta». Maduro afirmó que la cancelación de un ciclo de cine venezolano en Casa de América evidencia que “en España se impuso el fascismo”.
En este sentido, el polémico dirigente venezolano llamó “fascistas” al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y a la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso. En el caso de la dirigente autonómica, añade además el calificativo de “nazi”, hay que señalar que con ella tiene una especial animadversión, siendo Ayuso una de las mayores defensoras de la oposición chavista.
“Le tienen miedo a la verdad en Venezuela. ¿Por qué será?”, se preguntó durante su programa en la televisión estatal del país suramericano. Unas palabras que llegan varios días después de la anulación del ciclo cinematográfico.
Por otro lado, Maduro relató que tratará ahora de impulsar la difusión de las películas a través de plataformas de streaming y por redes sociales: “De Venezuela con amor para España”. También la embajada de Venezuela explicó que lo celebrará en una nueva localización “aún por definir”. Para Maduro, las películas vetadas aluden a la resistencia venezolana frente a supuestas conspiraciones internacionales.

LA OPOSICIÓN VENEZOLANA CELEBRA LA SUSPENSIÓN
Otros en actuar para la suspensión de la proyección de las obras fue el Comando Con Venezuela España, que es parte del equipo de la líder opositora venezolana, María Corina Machado, Plataforma Ayuda Venezuela y el Comité de Familiares y Amigos por la Libertad de los Presos Políticos (Clippve), todos ellos pidieron públicamente a la entidad que reconsiderase la actividad, sacando músculo de su apoyo entre los madrileños.
Por su parte, antes de que se conociese la decisión de la suspensión, el director de Casa América, León de la Torre, explicó a la Agencia EFE que la entidad cede su espacio a una embajada, «como se recoge en los estatutos», para emitir cine «que puede gustar o no, pero que no incita a la ilegalidad». Mostrándose preocupado por el malestar que el ciclo ha generado en colectivos venezolanos residentes en Madrid y descargando culpas de la entidad en un supuesto desconocimiento del contenido
Para finalizar, De la Torre destacó que en los últimos meses se han proyectado películas muy críticas, presentado libros críticos con el Gobierno de Maduro y encuentros con periodistas latinoamericanos y muchos venezolanos en el exilio que han tenido el altavoz de la Casa cuando lo han pedido. Unos hechos con los que trata de aminorar culpas tras el error.