martes, 18 marzo 2025

Tu mascota puede volar en avión si cumple estos requisitos

Viajar con nuestra mascota es una preocupación cada vez más común para quienes consideran a sus animales de compañía como miembros esenciales de la familia. Aunque hace unos años la idea de subir a un avión con perros, gatos o incluso aves era algo poco frecuente, hoy en día volar con una mascota se ha convertido en una práctica cada vez más habitual, especialmente con la creciente oferta de aerolíneas que permiten su transporte. Sin embargo, no todas las mascotas pueden volar libremente y, para que esto sea posible, es imprescindible cumplir con una serie de requisitos que varían según la aerolínea, el país de destino y el propio animal.

Llevar a tu mascota en avión puede ser mucho más sencillo de lo que parece, siempre y cuando conozcas de antemano las normativas específicas y te prepares con la documentación y los equipos adecuados. Desde el tamaño del transportín hasta las vacunas requeridas, son muchos los aspectos a tener en cuenta antes de embarcar en un vuelo con tu mascota. A continuación, desgranamos las claves para viajar sin contratiempos acompañado de tu mejor amigo peludo o emplumado.

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LAS CONDICIONES BÁSICAS PARA VOLAR CON UNA MASCOTA

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No todas las mascotas están autorizadas a viajar en cabina o en la bodega del avión, y una de las primeras restricciones que debemos tener en cuenta es el tipo y el tamaño del animal. La mayoría de las aerolíneas permiten perros y gatos pequeños viajar dentro de la cabina, siempre que el peso total del animal y su transportín no supere entre 7 y 10 kilos, dependiendo de la normativa de cada compañía. Este límite implica que animales de mayor tamaño tendrán que ser transportados en la bodega, bajo condiciones específicas de seguridad y comodidad.

El transportín es otro aspecto esencial. Para que una mascota pueda volar, es necesario que el transportín cumpla con las medidas reglamentarias de la compañía elegida. Normalmente, se exigen modelos que permitan al animal estar cómodo, es decir, que pueda ponerse de pie, darse la vuelta y tumbarse sin problemas. Además, el fondo del transportín debe ser impermeable para evitar posibles fugas, y este debe estar fabricado con materiales que ofrezcan ventilación suficiente. También es recomendable familiarizar a la mascota con el transportín días antes del vuelo, para reducir su estrés durante el viaje.

Además de los elementos físicos y de transporte, las mascotas deben cumplir con ciertos requisitos sanitarios. Las vacunas obligatorias, especialmente la de la rabia, deben estar al día, y algunos países o aerolíneas pueden exigir certificados adicionales, como un control de antiparasitarios o un informe reciente de un veterinario que declare al animal apto para volar. Es imprescindible informarse con tiempo sobre las normativas del destino, ya que algunos territorios también imponen cuarentenas obligatorias para animales procedentes de determinadas regiones.

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