miércoles, 19 marzo 2025

Así afecta realmente la línea azul a tu conducción según la DGT

El paisaje de las carreteras españolas evoluciona constantemente con nuevas señalizaciones que buscan mejorar la experiencia al volante y potenciar la seguridad vial. Las líneas azules que han ido apareciendo en diversos tramos de la red viaria española han generado curiosidad e incluso confusión entre los conductores que se topan con ellas sin previo aviso. La DGT ha implementado este sistema de señalización horizontal con un propósito muy específico que va más allá de lo que muchos usuarios de la carretera podrían imaginar a simple vista.

La transformación digital llega también al asfalto con soluciones que integran infraestructuras de comunicación en el entramado vial. Estas enigmáticas marcas azules que contrastan con las tradicionales líneas blancas y amarillas tienen una función técnica fundamental, alejada de la normativa de circulación convencional pero con implicaciones indirectas en la experiencia de conducción. Su presencia, cada vez más extendida, forma parte de un plan estratégico para modernizar las comunicaciones aprovechando las obras en autopistas y autovías, sin necesidad de realizar excavaciones adicionales que interrumpan el tráfico o deterioren el firme de forma innecesaria.

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EL FUTURO DE LAS LÍNEAS AZULES EN LA RED VIARIA ESPAÑOLA

Fuente: Freepik

El plan de despliegue de esta infraestructura señalizada con líneas azules contempla su extensión progresiva a la mayor parte de las vías de alta capacidad en los próximos años. La DGT, en coordinación con el Ministerio de Transportes, ha establecido un calendario de implementación que prioriza corredores estratégicos y puntos negros donde la mejora en las comunicaciones puede tener un impacto más significativo en la seguridad vial y la fluidez del tráfico. Esta planificación estratégica busca maximizar el rendimiento de las inversiones realizadas, conectando primero aquellos tramos con mayor intensidad de tráfico o tasas de siniestralidad más elevadas.

La integración con sistemas de transporte inteligente (ITS) representa el siguiente paso evolutivo una vez completada la infraestructura básica. Los técnicos de la DGT trabajan ya en protocolos y estándares que permitirán aprovechar al máximo la capacidad de esta red de fibra óptica. Las aplicaciones en desarrollo incluyen sistemas de alerta temprana ante obstáculos, gestión dinámica de carriles en función de la demanda de tráfico real y sincronización inteligente de semáforos para reducir embotellamientos en accesos a grandes ciudades donde las retenciones generan importantes costes económicos y medioambientales cada día.

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