El paisaje de las carreteras españolas evoluciona constantemente con nuevas señalizaciones que buscan mejorar la experiencia al volante y potenciar la seguridad vial. Las líneas azules que han ido apareciendo en diversos tramos de la red viaria española han generado curiosidad e incluso confusión entre los conductores que se topan con ellas sin previo aviso. La DGT ha implementado este sistema de señalización horizontal con un propósito muy específico que va más allá de lo que muchos usuarios de la carretera podrían imaginar a simple vista.
La transformación digital llega también al asfalto con soluciones que integran infraestructuras de comunicación en el entramado vial. Estas enigmáticas marcas azules que contrastan con las tradicionales líneas blancas y amarillas tienen una función técnica fundamental, alejada de la normativa de circulación convencional pero con implicaciones indirectas en la experiencia de conducción. Su presencia, cada vez más extendida, forma parte de un plan estratégico para modernizar las comunicaciones aprovechando las obras en autopistas y autovías, sin necesidad de realizar excavaciones adicionales que interrumpan el tráfico o deterioren el firme de forma innecesaria.
4ENTRE FIBRA ÓPTICA Y SEGURIDAD: LA DOBLE FUNCIÓN DE LA LÍNEA AZUL
Aunque la función primaria de las líneas azules es señalizar la ubicación del cableado de fibra óptica, su presencia cumple simultáneamente un propósito relacionado con la seguridad vial. Los técnicos de la DGT han identificado que estas marcas, por su color distintivo, pueden servir como referencia visual adicional para los conductores en condiciones de baja visibilidad como niebla o lluvia intensa complementando las líneas blancas convencionales. Esta funcionalidad secundaria, aunque no planificada inicialmente, supone un valor añadido para la seguridad en carretera.
La psicología del color juega un papel importante en la percepción durante la conducción, y el azul destaca especialmente en condiciones de iluminación críticas. Investigaciones recientes citadas por expertos de la DGT sugieren que el contraste entre el asfalto negro y este tono específico de azul mantiene una buena visibilidad incluso cuando las líneas blancas tradicionales pueden verse comprometidas por suciedad o desgaste tras periodos prolongados sin mantenimiento. Esta característica convierte a las líneas azules en un elemento de seguridad pasiva que contribuye a mantener a los vehículos dentro de su trayectoria correcta.
En zonas propensas a condiciones meteorológicas adversas, como tramos de montaña con frecuentes bancos de niebla o áreas costeras con alta probabilidad de lluvia intensa, la DGT ha priorizado la instalación de estas canalizaciones y sus correspondientes marcas azules. La decisión responde a un análisis multifactorial donde se valora tanto la necesidad de mejorar las comunicaciones como el potencial impacto positivo en la seguridad de esos tramos especialmente complicados para la conducción. Los primeros datos recogidos en estas zonas muestran una ligera reducción en las salidas de vía durante condiciones de visibilidad reducida.
