El paisaje de las carreteras españolas evoluciona constantemente con nuevas señalizaciones que buscan mejorar la experiencia al volante y potenciar la seguridad vial. Las líneas azules que han ido apareciendo en diversos tramos de la red viaria española han generado curiosidad e incluso confusión entre los conductores que se topan con ellas sin previo aviso. La DGT ha implementado este sistema de señalización horizontal con un propósito muy específico que va más allá de lo que muchos usuarios de la carretera podrían imaginar a simple vista.
La transformación digital llega también al asfalto con soluciones que integran infraestructuras de comunicación en el entramado vial. Estas enigmáticas marcas azules que contrastan con las tradicionales líneas blancas y amarillas tienen una función técnica fundamental, alejada de la normativa de circulación convencional pero con implicaciones indirectas en la experiencia de conducción. Su presencia, cada vez más extendida, forma parte de un plan estratégico para modernizar las comunicaciones aprovechando las obras en autopistas y autovías, sin necesidad de realizar excavaciones adicionales que interrumpan el tráfico o deterioren el firme de forma innecesaria.
1¿QUÉ ESCONDE REALMENTE LA LÍNEA AZUL DE NUESTRAS CARRETERAS?
La misteriosa línea azul que ha ido colonizando diversos tramos de la red viaria española responde a una iniciativa infraestructural y no a una nueva norma de circulación como muchos conductores han especulado. Esta señalización, impulsada desde la DGT y otros organismos competentes, marca el recorrido subterráneo de las canalizaciones de fibra óptica instaladas bajo el asfalto durante obras de construcción o remodelación de las vías. Su función principal es puramente informativa, permitiendo identificar fácilmente dónde se encuentran estos cables de comunicación sin necesidad de consultar complejos planos técnicos.
El color azul no ha sido elegido al azar en este sistema de señalización horizontal. La paleta cromática en las carreteras está rigurosamente codificada, y mientras el blanco delimita carriles, el amarillo indica obras temporales y el verde señala itinerarios ciclistas, el azul ha quedado reservado para indicar la presencia de estas instalaciones tecnológicas que modernizarán las comunicaciones en todo el territorio sin interferir con las señales tradicionales reguladas por la DGT. Esta distinción cromática permite a los operarios localizar rápidamente las canalizaciones durante trabajos de mantenimiento o ampliación de la red.
La tecnología que discurre bajo estas líneas azules representa un salto cualitativo respecto a los antiguos sistemas de cableado. Los modernos filamentos de fibra óptica que sustituyen al cobre tradicional permiten velocidades de transmisión de datos incomparablemente superiores y son inmunes a interferencias electromagnéticas. La DGT, en colaboración con otros ministerios, aprovecha las inevitables obras viales para desplegar esta infraestructura digital crítica que servirá de columna vertebral para futuras aplicaciones inteligentes en la gestión del tráfico y la seguridad vial, minimizando así el impacto económico y las molestias para los conductores.
