La búsqueda de una piel tersa, unas articulaciones flexibles y un organismo en plena forma nos lleva, a menudo, a explorar el fascinante mundo de la nutrición. Descubrimos que este aminoácido, la lisina, que se alza como un componente esencial para la producción de colágeno, esa proteína mágica que sostiene nuestra piel, huesos y tendones, no se produce por sí sola. ¿Dónde podemos encontrar este preciado nutriente?
La respuesta, afortunadamente, está al alcance de nuestra mano, en alimentos cotidianos y deliciosos que podemos incorporar fácilmente a nuestra dieta. No se trata de recurrir a suplementos extraños, sino de aprovechar la riqueza que nos ofrece la naturaleza, en forma de berenjenas, kiwis y frutos secos, tres joyas nutricionales que desvelan sus secretos.
5CÓMO INCORPORAR ESTOS ALIMENTOS A TU DIETA DIARIA de aminoácido

Ahora que conocemos los beneficios de estos tres alimentos ricos en lisina, la pregunta es: ¿cómo podemos incorporarlos a nuestra dieta diaria de forma fácil y deliciosa? La clave, está en la creatividad y en la variedad, buscando recetas que nos permitan disfrutar de sus sabores y texturas.
Las berenjenas, por ejemplo, pueden ser las protagonistas de una parrillada de verduras, de un pastel de berenjenas y queso, o de unas originales «pizzas» con base de berenjena. El kiwi, puede ser el ingrediente estrella de un batido refrescante, de una ensalada de frutas exóticas, o de un postre ligero y saludable. La imaginación es el límite.
Los frutos secos, por su parte, pueden añadirse a un yogur con cereales, a una ensalada campera, o a un salteado de verduras. También, pueden ser la base de un pesto casero, de una salsa para pasta, o de unas barritas energéticas caseras. El aminoácido presente en estos alimentos puede ser consumido de múltiples formas.