La desesperación de ver cómo se congela una videollamada importante o cómo una simple página web tarda una eternidad en cargar es una de las experiencias más frustrantes de la era digital. La conexión WiFi se ha convertido en un servicio básico en nuestros hogares, pero a menudo experimenta problemas de velocidad que atribuimos erróneamente a nuestro proveedor de internet o al router. Lo que muchos desconocen es que ciertos electrodomésticos cotidianos pueden ser los auténticos saboteadores de nuestra señal inalámbrica.
Resulta sorprendente descubrir que, entre los principales culpables de una conexión deficiente, se encuentran dos electrodomésticos presentes en prácticamente todas las cocinas españolas: el horno microondas y la nevera. Estos aparatos, en apariencia inofensivos y sin relación alguna con nuestras comunicaciones, pueden estar interfiriendo silenciosamente con las ondas que transportan nuestros datos por el aire. El fenómeno no es nuevo para los expertos en telecomunicaciones, pero sí desconocido para la mayoría de usuarios que sufren día tras día problemas de conectividad sin encontrar una explicación convincente.
5OTRAS FUENTES DE INTERFERENCIA QUE AFECTAN A TU WIFI

Aunque el microondas y la nevera son grandes culpables del deterioro de la señal WiFi, existen otros dispositivos igualmente perturbadores que conviene tener en cuenta. Los monitores para bebés, teléfonos inalámbricos, altavoces bluetooth e incluso bombillas LED de baja calidad pueden generar campos electromagnéticos que interfieren con nuestra conexión. En viviendas con múltiples dispositivos inteligentes conectados simultáneamente, el problema se magnifica creando una suerte de contaminación electromagnética que degrada progresivamente la calidad de nuestra señal.
Las interferencias externas también juegan un papel importante, especialmente en edificios de apartamentos donde decenas de redes WiFi compiten por el mismo espacio radioeléctrico. En estos entornos densamente poblados, la saturación de canales puede reducir significativamente el rendimiento de nuestra conexión independientemente de la presencia de electrodomésticos interferentes como el microondas o la nevera. Utilizar aplicaciones específicas para analizar el espectro WiFi nos permitirá identificar los canales menos congestionados y configurar nuestro router en consecuencia, optimizando así nuestra experiencia de navegación incluso en las condiciones más adversas.