La desesperación de ver cómo se congela una videollamada importante o cómo una simple página web tarda una eternidad en cargar es una de las experiencias más frustrantes de la era digital. La conexión WiFi se ha convertido en un servicio básico en nuestros hogares, pero a menudo experimenta problemas de velocidad que atribuimos erróneamente a nuestro proveedor de internet o al router. Lo que muchos desconocen es que ciertos electrodomésticos cotidianos pueden ser los auténticos saboteadores de nuestra señal inalámbrica.
Resulta sorprendente descubrir que, entre los principales culpables de una conexión deficiente, se encuentran dos electrodomésticos presentes en prácticamente todas las cocinas españolas: el horno microondas y la nevera. Estos aparatos, en apariencia inofensivos y sin relación alguna con nuestras comunicaciones, pueden estar interfiriendo silenciosamente con las ondas que transportan nuestros datos por el aire. El fenómeno no es nuevo para los expertos en telecomunicaciones, pero sí desconocido para la mayoría de usuarios que sufren día tras día problemas de conectividad sin encontrar una explicación convincente.
3CÓMO DETECTAR SI TUS ELECTRODOMÉSTICOS SON LOS CULPABLES

Para determinar si estos electrodomésticos están afectando realmente a tu conexión, existe un método sencillo pero efectivo: realizar pruebas de velocidad en diferentes condiciones. Comienza midiendo la velocidad de tu WiFi en un momento normal, utilizando alguna de las múltiples aplicaciones o páginas web disponibles para este fin. A continuación, realiza la misma prueba mientras el microondas está en funcionamiento o justo cuando escuchas activarse el compresor de la nevera, y compara los resultados para observar si existe una caída significativa en el rendimiento.
Otro enfoque consiste en prestar atención a los patrones de conectividad deficiente. Si notas que tu WiFi siempre se ralentiza a determinadas horas del día, coincidiendo quizás con los momentos en que preparas la comida o la cena utilizando el microondas, o cuando la nevera trabaja más intensamente durante las horas de mayor calor, probablemente hayas identificado a los culpables. La observación sistemática de estos patrones puede revelarnos mucho sobre el origen de nuestros problemas de conexión y ayudarnos a encontrar soluciones efectivas sin necesidad de recurrir a técnicos especializados o a incrementar innecesariamente la velocidad contratada con nuestro proveedor.