La forma de entender las relaciones de pareja está cambiando a velocidad vertiginosa en las últimas décadas. En España el fenómeno LAT (Living Apart Together) gana cada vez más adeptos entre parejas que, sin renunciar al compromiso emocional, deciden mantener espacios habitacionales independientes. Lo que antes podía verse como una anomalía o un síntoma de falta de compromiso, hoy se reconoce como una opción válida para quienes buscan compaginar amor y autonomía.
Este modelo relacional responde a profundos cambios sociales que han transformado nuestra manera de entender la convivencia y el compromiso. La independencia económica, la revalorización del espacio personal y el cuestionamiento de los roles tradicionales han impulsado esta tendencia que rompe con la idea de que el amor tiene que implicar necesariamente compartir techo. Se trata de un paradigma que emerge con fuerza y que plantea nuevos horizontes para las relaciones sentimentales en un contexto donde la libertad individual cobra cada vez más importancia.
4LAS CLAVES DEL ÉXITO: COMUNICACIÓN Y GESTIÓN DE EXPECTATIVAS
El funcionamiento efectivo de una relación LAT requiere de habilidades que no siempre son necesarias en los modelos convencionales de pareja. La comunicación clara y constante se vuelve absolutamente esencial, ya que los momentos compartidos deben planificarse con mayor conciencia y los acuerdos sobre la frecuencia de encuentros deben ser explícitos. En España, donde las tradiciones familiares tienen un peso considerable, esta modalidad exige además gestionar las expectativas del entorno social, que puede no comprender o incluso juzgar negativamente esta elección.
Establecer rituales compartidos resulta fundamental para mantener la conexión emocional a pesar de la separación física. Las parejas que funcionan bajo el modelo LAT en el territorio español desarrollan estrategias propias, como reservar determinados días de la semana para estar juntos o alternar estancias en los respectivos domicilios, creando así una dinámica que combina momentos de intimidad intensa con períodos de autonomía personal. Las nuevas tecnologías juegan también un papel crucial, facilitando la comunicación continua y permitiendo compartir el día a día a pesar de la distancia, algo que ha contribuido enormemente a la viabilidad de este modelo relacional en la sociedad contemporánea.