martes, 18 marzo 2025

Hay un cáncer que sí tiene solución antes de que ocurra, y pocos lo saben

Cuando menos se espera, la vida puede dar un giro inesperado que cambia todo el panorama de nuestro futuro. La detección temprana del cáncer es una de esas realidades que pueden marcar la diferencia entre un diagnóstico devastador y una intervención oportuna que salve vidas. Cada año, miles de españoles reciben diagnósticos tardíos de enfermedades que podrían haberse tratado con mayor efectividad de haberse detectado a tiempo, generando no solo un impacto emocional profundo en pacientes y familiares, sino también un considerable coste sanitario que podría reducirse con las estrategias adecuadas.

El sistema sanitario español cuenta con herramientas efectivas para combatir diversos tipos de cáncer, pero existe uno en particular que destaca por su elevada tasa de prevención cuando se actúa antes de su aparición. Hablamos del cáncer colorrectal, una patología que afecta anualmente a más de 40.000 personas en nuestro país y que, paradójicamente, tiene uno de los índices de prevención más altos cuando se realizan los controles adecuados. Las cifras resultan contundentes: más del 90% de los casos podrían resolverse satisfactoriamente si se detectaran en fases iniciales, pero el desconocimiento y ciertos tabúes sociales impiden que muchos ciudadanos accedan a estas medidas preventivas que podrían salvarles la vida.

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LA PRUEBA QUE PUEDE CAMBIAR TU DESTINO EN CINCO MINUTOS

Fuente: Freepik

El test de sangre oculta en heces constituye la primera línea de defensa frente al cáncer colorrectal, ofreciendo una alternativa sencilla, indolora y que puede realizarse en la intimidad del hogar. Esta prueba, que apenas requiere unos minutos, detecta cantidades mínimas de sangre invisible al ojo humano que podrían indicar la presencia de pólipos o lesiones tumorales incipientes. Su implementación en programas de cribado poblacional ha demostrado ser altamente efectiva como filtro inicial para identificar a personas que deberían someterse a una colonoscopia diagnóstica, reduciendo considerablemente la necesidad de realizar esta exploración más invasiva a toda la población.

Los resultados obtenidos en comunidades autónomas con programas consolidados hablan por sí solos: por cada mil personas que realizan el test de sangre oculta, se detectan aproximadamente 20 casos de lesiones precancerosas y 2 cánceres en estadios iniciales, cuando las posibilidades de curación superan el 90%. La sencillez del procedimiento contrasta dramáticamente con su potencial para salvar vidas, ya que la detección del cáncer de colon en fases tempranas multiplica por cinco las probabilidades de superarlo completamente. Las autoridades sanitarias recomiendan realizar esta prueba cada dos años a partir de los 50 años, aunque, dependiendo de factores de riesgo individuales como antecedentes familiares o enfermedades inflamatorias intestinales, puede ser aconsejable comenzar antes y con mayor frecuencia.