Las malas costumbres al volante pueden tener consecuencias mucho más graves de lo que imaginamos. Conducir un coche automático se ha convertido en la opción preferida por muchos españoles que buscan comodidad y facilidad en sus desplazamientos diarios, pero existen ciertos hábitos que podríamos estar practicando sin ser conscientes del daño que causamos a nuestro vehículo. Uno de los errores más comunes y potencialmente costosos está relacionado con lo que hacemos —o dejamos de hacer— cuando nos detenemos en un semáforo.
La transmisión automática es un sistema complejo y delicado que requiere ciertos cuidados para garantizar su longevidad. Aunque los fabricantes han mejorado significativamente la resistencia y durabilidad de estos componentes, los pequeños gestos en nuestra conducción diaria pueden marcar una gran diferencia en la vida útil del vehículo. La manera en que gestionamos la palanca de cambios durante las paradas prolongadas en semáforos podría estar acortando la vida de nuestra caja de cambios sin que nos demos cuenta.
1¿POR QUÉ DEBERÍAS PONER TU COCHE AUTOMÁTICO EN NEUTRAL EN LOS SEMÁFOROS?

La mayoría de conductores mantiene la posición «D» (Drive) mientras espera que el semáforo cambie a verde, manteniendo el pie firmemente apoyado en el freno. Esta práctica, aparentemente inofensiva, genera una constante tensión en el convertidor de par y en el sistema de transmisión, provocando un desgaste prematuro que podría traducirse en costosas reparaciones a largo plazo. Los mecánicos especializados en vehículos automáticos llevan años advirtiendo sobre esta costumbre, pero muchos manuales de usuario no lo mencionan explícitamente, creando confusión entre propietarios.
Colocar la palanca en posición «N» (Neutral) durante las paradas prolongadas libera la presión sobre el sistema de transmisión y permite que los componentes internos descansen momentáneamente. Esta simple acción puede multiplicar la vida útil de tu coche automático, especialmente si vives en zonas urbanas con mucho tráfico donde las paradas son frecuentes y a veces duraderas. Los estudios técnicos demuestran que la temperatura del aceite de transmisión puede reducirse significativamente con este hábito, previniendo el sobrecalentamiento que es uno de los principales enemigos de las cajas automáticas modernas.