Los conductores españoles experimentan cada día esa sensación de incertidumbre cuando cometen una infracción, ya sea consciente o inadvertidamente, preguntándose cuándo llegará la temida notificación a su domicilio. Las multas de tráfico representan una de las principales preocupaciones para millones de ciudadanos que utilizan sus vehículos a diario, generando dudas sobre los plazos exactos que transcurren desde la comisión de la infracción hasta la recepción de la sanción correspondiente. Pere Navarro, actual director general de Tráfico, ha querido zanjar definitivamente esta cuestión estableciendo unos márgenes temporales concretos para despejar las dudas de los conductores españoles.
Según las declaraciones oficiales realizadas recientemente por el máximo responsable de la seguridad vial en España, los automovilistas deben esperar recibir las notificaciones de sanción en un periodo comprendido entre los dos y siete días posteriores a la infracción. Este plazo, sensiblemente inferior al que existía hace apenas unos años, responde a la progresiva modernización de los sistemas de gestión de la Dirección General de Tráfico, que ha implementado mejoras sustanciales en sus procesos administrativos y en las comunicaciones con los ciudadanos. El objetivo declarado no es otro que agilizar los trámites sancionadores para reforzar el carácter correctivo y educativo de las multas, minimizando el tiempo entre la conducta infractora y la consecuencia administrativa que debe servir como elemento disuasorio para evitar su repetición.
2DIGITALIZACIÓN Y AGILIDAD: LA REVOLUCIÓN EN LAS SANCIONES DE TRÁFICO

La transformación digital ha sido una de las banderas de la gestión de Pere Navarro al frente de la DGT, implementando sistemas informáticos avanzados que han revolucionado todos los procedimientos administrativos del organismo. La plataforma integral de gestión de sanciones, desarrollada durante los últimos años, permite actualmente un seguimiento en tiempo real de cada expediente sancionador, eliminando prácticamente los tiempos muertos entre departamentos que anteriormente dilataban innecesariamente la llegada de las multas a los conductores. Esta modernización tecnológica ha supuesto una inversión considerable, pero sus resultados en términos de eficiencia justifican plenamente el esfuerzo realizado, según han defendido reiteradamente los responsables de la institución.
Paralelamente a la mejora de los sistemas internos, Pere Navarro ha impulsado la comunicación electrónica con los ciudadanos como vía preferente para las notificaciones. La Dirección Electrónica Vial (DEV) y la Carpeta Ciudadana de la DGT permiten que los conductores que así lo deseen reciban inmediatamente las notificaciones en formato digital, reduciendo los plazos a prácticamente 24-48 horas desde la comisión de la infracción y evitando los retrasos asociados al correo postal tradicional. Aunque esta modalidad es opcional para particulares y obligatoria únicamente para empresas con flotas de vehículos, su implantación progresiva está contribuyendo significativamente a la agilización general del sistema, representando actualmente cerca del 30% del total de notificaciones emitidas.
Los sistemas automatizados de detección de infracciones, especialmente los radares fijos y móviles conectados directamente con los servidores centrales de la DGT, constituyen otro factor decisivo en la reducción de plazos. Estos dispositivos transmiten la información prácticamente en tiempo real, incorporando automáticamente las imágenes y datos de la infracción al expediente correspondiente sin necesidad de intervención humana en las fases iniciales del proceso. Pere Navarro ha destacado en numerosas ocasiones cómo esta automatización ha permitido liberar recursos humanos que ahora se destinan a tareas de verificación y control de calidad, garantizando que las sanciones cumplen escrupulosamente todos los requisitos legales antes de ser notificadas, lo que ha reducido significativamente el número de recursos estimados por defectos de forma, otro de los objetivos prioritarios de su gestión.