viernes, 14 marzo 2025

Si tu móvil suena y ves 1004, Movistar tiene algo que decirte

Las estafas telefónicas se han convertido en uno de los métodos más utilizados por los ciberdelincuentes para acceder a datos personales y financieros de los usuarios. Cuando el teléfono de un cliente de Movistar suena y en la pantalla aparece el número 1004, muchos responden con total confianza creyendo que se trata de una comunicación oficial de la compañía para informar sobre mejoras en su contrato o promociones especiales. Esta aparente normalidad encierra, en ocasiones, una trampa sofisticada que puede derivar en graves consecuencias para las víctimas que caen en ella sin percatarse de las sutiles diferencias entre una llamada legítima y una fraudulenta.

El incremento de denuncias relacionadas con este tipo de prácticas ha encendido las alarmas entre los organismos de protección al consumidor y las propias operadoras de telecomunicaciones. Los estafadores han perfeccionado sus técnicas al punto de conseguir que el número que aparece en la pantalla sea exactamente el mismo que utiliza Movistar para sus comunicaciones oficiales, lo que genera una falsa sensación de seguridad en quien recibe la llamada. Este método, conocido técnicamente como «spoofing» o suplantación de identidad telefónica, aprovecha las vulnerabilidades de la red para hacer creer al destinatario que está hablando con un representante legítimo cuando en realidad se encuentra frente a un delincuente que busca acceder a sus datos personales, credenciales bancarias o tomar control de su línea mediante técnicas de ingeniería social.

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ANATOMÍA DE UNA ESTAFA: ASÍ FUNCIONA EL ENGAÑO TELEFÓNICO

El modus operandi de estos estafadores sigue un patrón reconocible que conviene conocer para evitar caer en sus redes. La llamada suele comenzar con un saludo profesional y la identificación del supuesto trabajador como asesor de Movistar, seguido de una revisión aparentemente rutinaria de los datos personales que ya poseen sobre el cliente. Este primer contacto, diseñado específicamente para generar confianza y reducir las defensas psicológicas de la víctima, suele incluir información parcialmente correcta sobre el contrato actual, lo que refuerza la credibilidad del interlocutor y dificulta la identificación del engaño en marcha.

Una vez establecida esta base de confianza, el estafador procede a presentar una oferta aparentemente ventajosa: una tarifa más económica, mayor cantidad de datos móviles o algún servicio premium gratuito por tiempo limitado. Esta proposición, formulada siempre como una oportunidad exclusiva que requiere acción inmediata para no perderla, constituye el cebo perfecto para avanzar hacia la siguiente fase del engaño. Es entonces cuando solicitan al usuario que compruebe un código de verificación que recibirá por SMS, argumentando que es necesario para formalizar la nueva oferta, cuando en realidad ese código permite a los estafadores acceder a la cuenta personal del cliente en la plataforma de Movistar o realizar contrataciones fraudulentas a su nombre. Este tipo de procedimiento representa una técnica clásica de ingeniería social donde la urgencia y la aparente ventaja económica nublan el juicio crítico de muchas víctimas.