El huevo, ese humilde alimento que ha sido base de la alimentación humana desde tiempos inmemoriales, es un prodigio de versatilidad en la cocina. Frito, revuelto, en tortilla, escalfado… las posibilidades son infinitas, pero hay una preparación que destaca por su sencillez y por ser la base de innumerables recetas: el huevo cocido. Sin embargo, con la llegada de este pequeño electrodoméstico que ha revolucionado la forma de cocinar, la freidora de aire, este proceso puede ser más rápido.
Aunque parezca sorprendente, la freidora de aire, ese aparato que asociamos principalmente con patatas fritas crujientes y alimentos rebozados sin apenas aceite, también puede convertirse en nuestra aliada para cocer huevos de forma rápida, limpia y con resultados perfectos. Olvídate de llenar ollas de agua, controlar tiempos de cocción y pelar huevos que se rompen. Con este método, obtendrás huevos cocidos en su punto, sin complicaciones y en cuestión de minutos.
LA FREIDORA DE AIRE, UN ALIADO INESPERADO EN LA COCINA

La freidora de aire, también conocida como airfryer, se ha ganado un lugar privilegiado en las cocinas modernas gracias a su versatilidad y a su capacidad para cocinar alimentos de forma más saludable, utilizando mucho menos aceite que los métodos tradicionales. Su funcionamiento se basa en la circulación de aire caliente a alta velocidad, lo que permite obtener resultados similares a los de la fritura, pero con una mínima cantidad de grasa, o sin nada de grasa.
Aunque su uso más extendido es para preparar patatas fritas, alitas de pollo, croquetas y otros alimentos rebozados, la freidora de aire también puede utilizarse para asar, hornear, tostar e incluso, como veremos a continuación, cocer huevos. Su tamaño compacto, su facilidad de uso y su rapidez la convierten en un electrodoméstico ideal para el día a día, especialmente para aquellos que tienen poco tiempo o que buscan alternativas más saludables a la cocina tradicional.
Gracias a su sistema de cocción por convección, la freidora de aire distribuye el calor de manera uniforme, lo que garantiza una cocción homogénea de los alimentos. Esto es especialmente útil para cocer huevos, ya que permite obtener una clara firme y una yema en su punto, sin zonas sobrecocidas o crudas, algo que a veces es difícil de conseguir con otros métodos tradicionales.
EL MÉTODO PASO A PASO: SIMPLICIDAD Y RAPIDEZ
Cocer huevos en la freidora de aire es tan sencillo que te sorprenderá. No necesitas añadir agua, ni controlar tiempos de cocción al milímetro, ni utilizar ningún utensilio especial, solo necesitas tus huevos, la freidora de aire y unos minutos para obtener el resultado final.
Primero, coloca los huevos directamente en la cesta de la freidora de aire, sin amontonarlos, dejando un poco de espacio entre ellos para que el aire circule libremente. No es necesario precalentar la freidora, puedes introducirlos directamente, ahorrando tiempo y energía, es una de las ventajas de cocinar con la freidora de aire.
Ajusta la temperatura y el tiempo de cocción según el punto de cocción que desees. Para unos huevos pasados por agua, con la clara cuajada y la yema líquida, programa la freidora a 160 grados centígrados durante unos 8-9 minutos, a partir de aquí solo debes aumentar los tiempos para conseguir un resultado diferente.
TIEMPOS Y TEMPERATURAS: ENCUENTRA TU PUNTO PERFECTO
El tiempo exacto de cocción dependerá de varios factores, como el tamaño de los huevos, la temperatura inicial de los mismos (si están a temperatura ambiente o recién sacados del frigorífico) y la potencia de tu freidora de aire. Como referencia, puedes seguir esta guía básica:
- Huevos pasados por agua (clara cuajada, yema líquida): 160 °C, 8-9 minutos.
- Huevos mollet (clara cuajada, yema cremosa): 160 °C, 10-11 minutos.
- Huevos duros (clara y yema firmes): 160 °C, 13-15 minutos.
Es recomendable hacer algunas pruebas iniciales para ajustar los tiempos a tu freidora de aire y a tus preferencias personales. Una vez que hayas encontrado el punto perfecto, podrás cocer huevos de forma consistente y sin sorpresas, con muy poco esfuerzo.
VENTAJAS Y CONSEJOS ADICIONALES
Una de las principales ventajas de cocer huevos en la freidora de aire es la facilidad para pelarlos. Al no haber cambios bruscos de temperatura, la cáscara se separa de la clara con mayor facilidad, evitando que se rompa o se quede pegada, reduciendo el tiempo que lleva dejarlos listos para consumir.
Otro beneficio es la limpieza. Al no utilizar agua, no hay riesgo de salpicaduras ni de que la olla se desborde, y la cesta de la freidora se limpia fácilmente, a menudo con solo pasar un paño húmedo.
Para un resultado aún más perfecto, puedes sumergir los huevos en agua fría inmediatamente después de sacarlos de la freidora de aire. Este choque térmico detiene la cocción y facilita aún más el pelado, dejando un huevo cocido perfecto. Cocer huevos en la freidora de aire es un truco sencillo, rápido y limpio que te facilitará la vida en la cocina.
CONCLUSIÓN: LA REVOLUCIÓN DEL HUEVO COCIDO LLEGA CON LA FREIDORA DE AIRE
En definitiva, la freidora de aire se consolida como un electrodoméstico mucho más versátil de lo que muchos imaginaban, y la tarea de cocer huevos es una clara muestra de ello. Este método, que destaca por su simplicidad, rapidez y limpieza, revoluciona una de las preparaciones culinarias más básicas y cotidianas, ofreciendo resultados consistentes y adaptados a todos los gustos, desde un huevo pasado por agua hasta uno perfectamente duro. La freidora llegó para quedarse, para facilitarnos la vida.
Olvídate de llenar ollas con agua, de controlar tiempos al milímetro con cronómetros, y de los posteriores problemas a la hora de pelar los huevos. Con la freidora de aire, este proceso se simplifica al máximo, permitiéndote disfrutar de huevos cocidos en su punto exacto, con una cáscara que se desprende con facilidad y sin necesidad de ensuciar más de lo estrictamente necesario. Anímate a probar esta técnica y descubre una nueva forma, más cómoda y eficiente, de incorporar este nutritivo alimento a tu dieta.