jueves, 13 marzo 2025

Tienen dinero, pero no gastan: así viven los nuevos ricos ‘low cost’ españoles

La opulencia y la ostentación, antaño sinónimos de riqueza, parecen haber perdido su brillo en ciertos círculos de la sociedad española. Una nueva estirpe de ricos, más discretos y pragmáticos, ha emergido en los últimos años, desafiando los convencionalismos y abrazando un estilo de vida que, a primera vista, podría parecer contradictorio con su abultada cuenta bancaria. ¿Estamos ante una nueva forma de entender el lujo o simplemente ante una moda pasajera?

Esta tendencia, que podríamos denominar como «riqueza discreta», no implica necesariamente una renuncia al confort o a los placeres de la vida, sino una reinterpretación de los mismos. Se trata de priorizar la calidad sobre la cantidad, la experiencia sobre la posesión y, sobre todo, de evitar el despilfarro. Lejos quedan aquellos tiempos en los que el valor de una persona parecía medirse por el tamaño de su yate o la exclusividad de su reloj. Ahora, la verdadera sofisticación reside en la capacidad de disfrutar de la vida sin necesidad de exhibir constantemente el patrimonio.

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EL AUGE DE LA ECONOMÍA COLABORATIVA Y EL CONSUMO RESPONSABLE

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El concepto de propiedad está experimentando una profunda transformación en la sociedad actual, y los ricos «low cost» no son ajenos a esta tendencia. La economía colaborativa, basada en el intercambio y el uso compartido de bienes y servicios, ha ganado adeptos entre este colectivo, que ve en ella una forma más eficiente y sostenible de consumir.

Plataformas como Airbnb, BlaBlaCar o Uber han revolucionado la forma en que viajamos, nos desplazamos y accedemos a determinados servicios. Los ricos discretos no dudan en utilizar estas herramientas, que les permiten disfrutar de las mismas comodidades que antes, pero de una forma más económica y responsable.

El consumo responsable, que implica tener en cuenta el impacto social y medioambiental de nuestras decisiones de compra, también está ganando terreno. Los ricos «low cost» se preocupan por el origen de los productos que consumen, por las condiciones laborales de los trabajadores que los fabrican y por el impacto que generan en el planeta. Prefieren apoyar a empresas que comparten sus valores y que apuestan por la sostenibilidad.