Conducir un vehículo implica una gran responsabilidad, no solo hacia uno mismo sino también hacia los demás ocupantes del coche y el resto de usuarios de la vía. Sin embargo, a pesar de las campañas informativas y las advertencias constantes, aún hay conductores que deciden ignorar dos normas básicas pero esenciales: el uso obligatorio de los cinturones de seguridad y los sistemas de retención infantil (SRI). Estas infracciones, además de poner en riesgo vidas, pueden acarrear sanciones severas, incluyendo una multa considerable y la pérdida inmediata de puntos en el carné, las consecuencias legales son claras, pero lo más preocupante es el impacto directo que estas negligencias pueden tener en la seguridad de todos los ocupantes del vehículo.
La Dirección General de Tráfico (DGT) no deja lugar a dudas sobre la importancia de estas medidas de seguridad pasiva. Los cinturones de seguridad y los sistemas de retención infantil están diseñados para minimizar las lesiones en caso de accidente, actuando como una barrera protectora frente a los efectos devastadores de un impacto. A pesar de su eficacia comprobada, muchas personas siguen subestimando su importancia o justificando su incumplimiento con excusas que, ante una tragedia, resultan insuficientes, el desconocimiento o la negligencia no eximen de las consecuencias, ni legales ni personales, que pueden derivarse de no cumplir estas normas fundamentales.
3SISTEMAS DE RETENCIÓN INFANTIL: PROTEGER A LOS MÁS VULNERABLES

Los sistemas de retención infantil (SRI), comúnmente conocidos como sillitas o sillas de coche, son dispositivos específicamente diseñados para proteger a los niños en caso de accidente, su uso es obligatorio para menores de 135 cm de altura, y deben estar homologados e instalados correctamente según la normativa vigente. Estos sistemas adaptan la protección a las características físicas de los pequeños, quienes son especialmente vulnerables debido a su menor desarrollo muscular y óseo. Ignorar esta norma no solo puede resultar en una multa, sino en consecuencias irreparables en caso de emergencia.
Uno de los errores más frecuentes es utilizar un SRI inadecuado para la edad, peso o altura del niño, o instalarlo incorrectamente en el vehículo, un sistema mal colocado pierde gran parte de su eficacia, dejando al menor expuesto a riesgos innecesarios. Además, algunos padres optan por trasladar a los niños sin ningún tipo de retención en trayectos cortos, pensando que el riesgo es mínimo. Sin embargo, los accidentes no entienden de distancias, y un impacto a baja velocidad puede tener consecuencias devastadoras si el menor no está debidamente protegido.
La DGT insiste en que el uso correcto de los SRI reduce hasta en un 75% el riesgo de lesiones graves en los niños, estos dispositivos actúan como una barrera adicional que absorbe el impacto, distribuyendo las fuerzas de manera más segura y evitando que los pequeños sufran daños mayores. Para los adultos responsables, invertir en un buen sistema de retención infantil y utilizarlo correctamente no es solo una obligación legal, sino un acto de amor y responsabilidad hacia los más indefensos.