Nuestro cuerpo es una máquina compleja y fascinante, cuyo funcionamiento está regulado por una serie de procesos bioquímicos que, en conjunto, conocemos como metabolismo. Este intrincado sistema, responsable de transformar los alimentos en energía, se ve influenciado por diversos factores, como la edad, el género, la genética, el nivel de actividad física y, por supuesto, la alimentación. Pero, ¿sabías que no solo importa qué comemos, sino también cuándo lo comemos?
En los últimos años, la crononutrición, la ciencia que estudia la relación entre los ritmos circadianos y la alimentación, ha ganado protagonismo. Diversos estudios han revelado que la hora del día en la que ingerimos los alimentos puede tener un impacto significativo en nuestro metabolismo y, en consecuencia, en nuestra salud. Hoy, nos centraremos en una regla de oro que podría ayudarte a optimizar tu metabolismo y a prevenir problemas como la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2: la hora límite para consumir la mayor parte de tus calorías diarias.
3GLUCOSA EN SANGRE: EL INDICADOR CLAVE DE UN METABOLISMO SALUDABLE
La glucosa en sangre, también conocida como azúcar en sangre, es el principal combustible que utiliza nuestro cuerpo para obtener energía. Cuando comemos, los carbohidratos se descomponen en glucosa, que pasa al torrente sanguíneo y es transportada a las células para ser utilizada como energía o almacenada para su uso futuro.
La insulina, una hormona producida por el páncreas, es la encargada de regular los niveles de glucosa en sangre. La insulina permite que la glucosa entre en las células, donde puede ser utilizada como energía. Cuando nuestro cuerpo no produce suficiente insulina o no la utiliza de forma eficiente (resistencia a la insulina), los niveles de glucosa en sangre se elevan, lo que puede tener consecuencias negativas para la salud.
Mantener unos niveles de glucosa en sangre estables y saludables es fundamental para prevenir enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2. Y, como hemos visto, la hora del día en la que ingerimos los alimentos puede tener un impacto significativo en estos niveles. El metabolismo tiene mucha relación con los niveles de glucosa.