miércoles, 12 marzo 2025

La regla de oro para mejorar tu metabolismo: come la mitad de tus calorías antes de esta hora

Nuestro cuerpo es una máquina compleja y fascinante, cuyo funcionamiento está regulado por una serie de procesos bioquímicos que, en conjunto, conocemos como metabolismo. Este intrincado sistema, responsable de transformar los alimentos en energía, se ve influenciado por diversos factores, como la edad, el género, la genética, el nivel de actividad física y, por supuesto, la alimentación. Pero, ¿sabías que no solo importa qué comemos, sino también cuándo lo comemos?

En los últimos años, la crononutrición, la ciencia que estudia la relación entre los ritmos circadianos y la alimentación, ha ganado protagonismo. Diversos estudios han revelado que la hora del día en la que ingerimos los alimentos puede tener un impacto significativo en nuestro metabolismo y, en consecuencia, en nuestra salud. Hoy, nos centraremos en una regla de oro que podría ayudarte a optimizar tu metabolismo y a prevenir problemas como la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2: la hora límite para consumir la mayor parte de tus calorías diarias.

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LAS 17:00: LA HORA CLAVE PARA CONTROLAR TU INGESTA CALÓRICA

Si bien cada persona tiene su propio ritmo circadiano y sus propias necesidades energéticas, existe un consenso creciente entre los expertos en nutrición y cronobiología sobre la importancia de concentrar la mayor parte de la ingesta calórica en la primera mitad del día. En concreto, se ha sugerido que ingerir más del 45% de las calorías diarias después de las 17:00 puede elevar los niveles de glucosa en sangre y aumentar el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina.

Esta regla de oro, que podríamos resumir como «desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo», se basa en la idea de que nuestro cuerpo está mejor preparado para procesar los alimentos durante las horas de luz solar, cuando nuestro metabolismo es más activo.

Consumir la mayor parte de las calorías antes de las 17:00 no significa que debamos pasar hambre por la noche. Se trata, simplemente, de distribuir la ingesta calórica de forma más equilibrada a lo largo del día, priorizando las comidas más energéticas en las primeras horas y optando por cenas más ligeras y fáciles de digerir. Un buen metabolismo depende de habitos saludables.