La diabetes, esa enfermedad silenciosa que afecta a millones de personas en España, se ha convertido en una de las principales preocupaciones de salud pública en nuestro país. Una alimentación adecuada y un estilo de vida saludable son fundamentales para mantener a raya los niveles de azúcar en sangre y prevenir complicaciones a largo plazo. Sin embargo, no todos los alimentos que consideramos «sanos» son igual de beneficiosos para las personas que conviven con esta enfermedad.
En el mundo de las verduras, existen algunas opciones que, a pesar de su apariencia inofensiva, pueden tener un impacto significativo en los niveles de glucosa en sangre de las personas con diabetes. Hoy, desvelaremos tres de estas verduras que, consumidas en exceso o sin la debida precaución, podrían convertirse en una auténtica «bomba de azúcar» para el organismo. No se trata de eliminarlas por completo de la dieta, sino de conocer sus características y consumirlas con moderación.
2CALABACÍN: EL AMIGO DEL VERANO QUE PUEDE SER TRAICIONERO
El calabacín, esa verdura versátil y refrescante que tanto abunda en los mercados españoles durante el verano, es otro de los alimentos que pueden generar dudas en las personas con diabetes. A pesar de su bajo contenido calórico y su alto contenido en agua, el calabacín puede tener un índice glucémico (IG) relativamente alto, especialmente cuando se cocina de determinadas formas.
El IG es una medida que indica la rapidez con la que un alimento eleva los niveles de azúcar en sangre. Los alimentos con un IG alto se digieren rápidamente y provocan un aumento brusco de la glucosa, lo que puede ser perjudicial para las personas con diabetes. El calabacín, cuando se cocina en puré o se fríe, puede tener un IG más alto que cuando se consume crudo o al vapor.
Para disfrutar del calabacín sin preocupaciones, las personas con diabetes pueden optar por consumirlo crudo en ensaladas, rallado como sustituto de la pasta o cocinado al vapor o a la plancha. También es recomendable combinarlo con alimentos ricos en fibra y proteínas, que ayudarán a ralentizar la absorción de la glucosa y a mantener los niveles de azúcar en sangre estables.