martes, 11 marzo 2025

El concejal de La Latina abandona a miles de vecinos ante el caos de Cuatro Vientos

Alberto González Díaz, presidente del madrileño distrito de La Latina, deja abandonados a miles de madrileños en plena alerta por lluvias en el improvisado intercambiador de Cuatro Vientos, abandonado a la intemperie. Los vecinos llevan meses exigiendo una mejora de las condiciones, pero el ‘bienqueda’ del distrito de La Latina ha hecho oídos sordos a sus reivindicaciones. De haber actuado con prontitud, miles de usuarios podrían haber soportado en mejores condiciones el azote del viento, lluvia y barro, que ha pasado a ser fango en poco tiempo ante la intensidad del aguacero.

Cuatro Vientos se ha convertido en el apeadero de los autobuses de Príncipe Pío. El empecinamiento de situarlo en esta zona, enfangada ahora por las obras del soterramiento de la A-5, es toda una odisea para los miles de usuarios que toman las vías hacia Nalvalcarnero, Alcorcón y Móstoles entre otras poblaciones, donde residen cerca de medio millón de personas.

El concejal y presidente del distrito de La Latina escuchó las reivindicaciones de los vecinos de Cuatro Vientos, quienes convivirán con las obras durante los próximos dos años, hasta terminar el soterramiento de la A-5, mientras aguantan a la intemperie las inclemencias del temporal y los que vendrán después, así como el Sol abrasador en verano. Pero no ha actuado.

GONZÁLEZ DÍAZ EVITA ACTUAR EN LA LATINA, PERO SE APUNTA AL POSTUREO

Los vecinos se han dirigido al ‘popular’, quien respondió con buenas palabras, cinco minutos de ‘bienqueda’ y la intención de «presionar» al pleno del Ayuntamiento para tratar de modificar la obra inicial y poner una marquesina más grande. Pero nada se ha hecho en estos meses. No habrá cobijo ni sombra, al menos de momento, pese a que la mayoría de paradas concurridas de la ciudad lucen marquesinas, quitavientos y sombra.

González Díaz utiliza sus redes sociales para mero postureo y criticar las andanzas de Pedro Sánchez y el PSOE en el caso Koldo, sin una muestra de empatía por quienes pagan sus impuestos religiosamente y son tratados como ciudadanos de segunda e incluso de tercera.

Mientras se ponen autobuses gratuitos por las obras de la L-6, los vecinos y usuarios de las poblaciones afectadas por el soterramiento de la A-5 disfrutarán sin un chaflán del temporal en Madrid, mientras quienes viven junto a las obras disfrutarán dos años de quejas, malos humos y una falta manifiesta de planificación.

Decenas de usuarios esperan en largas colas y a la intermperie en Cuatro Vientos, un intercambiador improvisado. Fuente: RRSS
Decenas de usuarios esperan en largas colas y a la intermperie en Cuatro Vientos, un intercambiador improvisado. Fuente: RRSS

Las quejas vecinales, que se han llevado ante las puertas del Ayuntamiento, no han tenido respuesta alguna desde el Consistorio, sin ninguna repercusión tampoco en la presidencia del distrito de La Latina. En el último mes, González Díaz se ha reunido con la Dirección General de Coordinación Territorial del Ayuntamiento de Madrid; en la Comisión Permanente Ordinaria del Pleno de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad; como anfitrión en la visita al Pleno del Ayuntamiento del Colegio Santa Gema Galgani; en la Comisión Permanente Ordinaria del Pleno de Economía, Innovación y Hacienda; y en Comisión Permanente Ordinaria del Pleno de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, con una reunión «extraordinaria y urgente».

UNA AGENDA POCO APRETADA Y SIN SOLUCIONES

En ninguna de ellas se abordaron soluciones para los vecinos de Cuatro Vientos, según afirman fuentes municipales consultadas por este medio. No hubo tampoco discusión o debate para evitar que el barro forme parte de la indumentaria de los viajeros, como tampoco maniobra alguna para establecer un calendario, al menos, para paliar las incidencias.

Los vecinos le han exigido en varias reuniones informales, la mayoría en la Junta del Distrito, que pusiera solución ante la falta de marquesinas ante la llegada del invierno, así como una regulación del aparcamiento para evitar un mayor colapso de la zona, especialmente en la antigua colonia militar de la Dehesa del Príncipe.

De nuevo, oídos sordos por parte del concejal de uno de los distritos que más crece y aumentará aún más con la denominada operación Campamento, que se encuentra en Fase I y que también olvida a la zona de Cuatro Vientos, doblemente castigada pese a ser votantes en su mayoría del PP.

En un inicio, el plan para Cuatro Vientos era convertirse en un intercambiador temporal durante las horas de mayor afluencia de tráfico. La medida de llevar todos los autobuses de Príncipe Pío a Cuatro Vientos afecta desde primera hora de la mañana a última de la tarde, en una zona por la que pasan ahora 80.000 vehículos diarios y a los que se sumarán aún más una vez concluya el soterramiento dado que al ser una vía rápida permitirá cortar tiempos.

A los autobuses se suman, además, la zona de la estación de Cercanías C-5 y la L-10, que contaban desde el inicio con el compromiso de ser potenciadas tanto por la Comunidad de Madrid como del Gobierno de Pedro Sánchez, pero se ha quedado en un papel mojado.

CRUZAR UNA VÍA DE SERVICIO, DEPORTE DE RIESGO EN CUATRO VIENTOS

Las líneas de autobuses que circulan ahora en Cuatro Vientos pasan ahora por una vía de servicio, con pasajeros que tienen que cruzar la calle con el peligro que conlleva. Alcorcón ha pedido a Madrid que instaure un carril bus en vez de utilizar la vía de servicio, pero no se ha instalado una solución.

Los vecinos exigen aparcamiento regulado en la zona. Fuente: Vecinos de Cuatro de Vientos
Los vecinos exigen aparcamiento regulado en la zona. Fuente: Vecinos de Cuatro de Vientos

De esta forma, el Paseo de Extremadura a la altura de Cuatro Vientos se convierte en una ratonera para los más de 50.000 usuarios que utilizan cada día estas líneas de autobús. Todo sin que desde el Ayuntamiento se mueva ficha, como tampoco lo hace González Díaz, símbolo de los ‘bienquedas’

UN CONCEJAL ‘BIENQUEDA’ EN LA LATINA

Lejos de poner solución y hacer que la voz de los afectados se escuche en el cuartel general de Urbanismo, González Díaz ha optado por el ‘bienquedismo’, buenas palabras en privado y silencio público. La llegada de la borrasca Jana ha sido la gota que colma el vaso, con inundaciones en la parte norte y noroeste de Madrid, compuertas abiertas en numerosos embalses y con barro y agua en una ciudad moderna como es la capital.

El estado de la infraestructura está muy alejado de los estándares mínimos de cualquier parada de autobús que copan la capital. Ni un apartadero para los autobuses, que obliga a transitar a los pasajeros por la vía de servicio, ni un techo para taparse de una lluvia incesante y que irá en aumento durante las próximas horas. Todo discurre en una de las zonas que no se beneficiará del soterramiento de la A-5, pero que soporta todas las desventajas posibles. Ahora bien, son dos años los que quedan aún para esto sufridos vecinos.