Felipe VI siempre ha hecho lo posible por diferenciarse de su padre Juan Carlos I, ya que hubo muchas críticas hacia al reinado de Juan Carlos y sobretodo hacia su vida personal mientras era rey. Felipe VI, por su parte hacia querido restaurar la imagen de la monarquía y asegurarse de que la corona permanezca intacta. Así que, con todos los escándalos de Juan Carlos durante su reinado y los más recientes, Felipe VI decidió alejarse de cualquier cosa que pudiera dañar la imagen de la monarquía y afectar el futuro de la princesa Leonor.
Con toda la idea de fortalecer la imagen de la institución, Felipe VI y Juan Carlos I se han alejado y se han limitado sus encuentros en actos públicos. Padre e hijo normalmente se encuentran en eventos privados, como funerales o una que otra reunión familiar y es ahí cuando comparten, sin embargo, tanto Felipe VI como la Casa Real han tenido extremo cuidado a la hora de mostrar al emérito junto a la princesa Leonor y la infanta Sofía.
3El deseo de volver sigue latente en Juan Carlos I

Los avances tecnológicos han sido de gran ayuda para que Juan Carlos se sienta cerca a España y a su familia, sin embargo, la felicidad no es completa, y el emérito continúa deseando poder regresar de forma permanente a su país. Las comodidades no significan nada cuando la soledad está presente, y es algo que le ha quedado muy claro al padre de Felipe VI. Y aunque ha podido asistir a reuniones especiales por medio de videollamada, nunca será lo mismo a compartir físicamente con su familia.
Así que por ahora, continuará siendo incierto el futuro de Juan Carlos y lo que pasará con su regreso a España. No es una decisión nada fácil la que debe tomar Felipe VI, ya que debe pensar en las implicaciones que trae el permitir que su padre vuelva a su país, pero también en las implicaciones que traería el no permitírselo. La dinámica será la misma por el momento, mantener lejos lo que sea que pueda afectar la imagen de la monarquía y el futuro de Leonor como reina.