Hay situaciones donde la imaginación supera cualquier límite razonable, especialmente cuando se trata de esquivar sanciones de tráfico. Recientemente, la DGT ha revelado una práctica sorprendente que se extiende por las carreteras españolas: conductores que ponen multas a nombre de familiares mayores para evitar la retirada de puntos. Esta práctica, conocida coloquialmente como el truco del ‘abuelo’, ha encendido todas las alarmas en las autoridades de tráfico por su carácter fraudulento y por implicar a personas mayores en infracciones que nunca cometieron.
Lo que parecía un secreto a voces ha saltado ahora a primera plana debido a la mayor vigilancia que está ejerciendo la Dirección General de Tráfico. La DGT, consciente de que esta táctica ilegal se ha vuelto demasiado frecuente, advierte claramente de las consecuencias que acarrea para quienes recurren a ella. Además de poner en riesgo la seguridad vial, esta artimaña afecta directamente a mayores vulnerables, convirtiéndolos en responsables de faltas que no han cometido, una acción que puede derivar en sanciones aún más graves.
3RIESGOS LEGALES PARA LOS IMPLICADOS
Desde el punto de vista legal, quienes recurren al ‘truco del abuelo’ pueden enfrentarse a importantes sanciones económicas y penales. Según el Código Penal, facilitar datos falsos a la administración para evitar la retirada de puntos es considerado un delito de falsedad documental, lo que podría derivar en multas económicas de varios miles de euros e incluso penas de prisión, dependiendo de la gravedad y reincidencia.
Además, la DGT puede proceder contra la persona mayor implicada, aunque esta sea desconocedora de la situación. Esto puede generar situaciones realmente complicadas, especialmente en personas mayores vulnerables, quienes podrían verse obligadas a demostrar su inocencia frente a las autoridades. Por tanto, recurrir a este tipo de fraudes no solo implica riesgos para el verdadero infractor, sino también consecuencias legales graves para los familiares utilizados en esta maniobra.
Las campañas actuales de la DGT buscan precisamente concienciar sobre estos riesgos, poniendo especial atención en explicar que lo que inicialmente podría parecer una solución rápida a un problema puntual termina convirtiéndose en una amenaza legal de gran magnitud. La recomendación de las autoridades siempre es clara: asumir las responsabilidades individuales para evitar problemas aún mayores.
