La semana pasada, dentro de esta espiral belicista, desde las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Defensa, dirigido por la ministra Margarita Robles, inició una campaña publicitaria para mostrar músculo militar ante la ciudadanía. Asustada y preocupada por la amenaza rusa y el crecimiento de nuestro vecino del sur, Marruecos.
Esta semana desde el Ministerio que comanda Robles ha tocado hablar de la maniobras realizadas en el Rumanía, concretamente desde Cincu. Allí los Harrier AV8B+ han realizado una serie de maniobras tras despegar desde el portaaeronaves LHD Juan Carlos I en el Mediterráneo Oriental, donde cumple misión uno de los buques insignias de nuestra potente Armada.
LA misión realizada por nuestros aviones de guerra ha sido desarrollar y ejecutar un ejercicio de ataque denominado como Close Air Support (CAS). Dichas maniobras han contado con fuego real. Y básicamente se trata de atacar una serie de objetivos militares de fuerzas hostiles que están cerca de la línea de fuego propia. Un ejercicio para el que es necesario tener una gran experiencia, coordinación y precisión.
La munición real con la que se hizo la maniobra fueron ejecutaron fueron las famosa y anticuadas bombas MK-82 de 500 libras. Esa pesada munición cayó sobre un objetivo previamente identificado por el Joint Terminal Attack Controller (JTAC) de Infantería de Marina.
Cabe recordar que esta variedad de maniobras buscan coordinar la actuación de Este tipo de ejercicios están orientados a engrasar la coordinación entre las unidades de Infantería de Marina y la aviación naval y propulsada desde portaaviones. Defensa se ha mostrado contenta por participar en estos ejercicios.
BOMBAS VETADAS POR USA
Dentro del arsenal español una de las carencias más preocupantes es la carencia de munición. Un problema a resolver en este rearme anunciado a bombo y platillo y que cuenta con circunstancias bastantes surrealistas. La primera de ellas son la dificultades que presenta la legislación española a la hora de facilitar la fabricación de munición, teniendo la capacidad tecnológica para hacerlo. Abaratando así de esta forma los costes de producción.
La segunda es que son de fabricación estadounidense, y por lo tanto, pueden tener veto. Y más teniendo en cuenta la inestabilidad de la administración norteamericana desde la llegada de Donald Trump. Un hecho que por ejemplo podía evitar su uso en caso de una hipotético ataque marroquí a las ciudades de Ceuta y Melilla.
Por otra parte, otra de las cuestiones que abarcan a este tipo de bombas es su falta de de sistemas de guiado o de corrección de la trayectoria y tienen un peso aproximado de 500 libras (227 kg). Una simplicidad que las convierte en poco efectiva fuera de determinados escenarios y muestra la carencia de munición de precisión dentro de los ejércitos de la Unión Europea.
Por estos motivos, es necesario la adquisición de los misiles AASM Hammer y poner a punto el kit SAL K de Aertec, como indican algunos expertos en materia militar para mejorar nuestra capacidad de disuasión.
AVIONES CON 40 AÑOS DE SERVICIOS Y A PUNTO DE JUBILARSE
Si bien los Harrier AV8B+ han sido modelos de combate muy fiables con influencia norteamericana, son aviones que superan la cuarentena de años de servicio dentro de las Fuerzas Aéreas Españolas. Con lanzaderas de pistones de vapor, algo obsoleto para el año 2025.
Los retrasos en el programa del Eurofigther llevado a cabo por Airbus principalmente e incluso una transición hacia los F-35B Lightning II, pueden hacer que nuestros Harrier estén operativos hasta el 2030, cuando se pensaban retirar como muy tarde en el 2028. Por lo que se explica poco la supuesta euforia de Defensa por los recientes ejercicios que dejan a las claras la necesidad de una renovación de los aviones de combate españoles en la que ya vamos tarde.
MISIONES IMPORTANTES PARA ESPAÑA Y SU PRESENCIA INTERNACIONAL
El Multinational Battle Group de Rumanía, en el que se encuadra este despliegue, forma parte del refuerzo de la disuasión de la OTAN en el Flanco Este. Desde la Cumbre de Varsovia de 2016 y la posterior Cumbre de Madrid de 2022, la Alianza ha intensificado su presencia en la región, estableciendo ocho Multinational Battle Groups con capacidad de expansión a brigada multinacional.
España contribuye a esta estrategia con unidades en Letonia, Eslovaquia y, ahora, con la Infantería de Marina en Rumanía, «demostrando su compromiso con la seguridad colectiva y la defensa del territorio aliado», asegura Defensa.
