Muchas personas desconocen que la forma en la que apagan su coche automático puede afectar directamente a su mecánica y, por ende, a su bolsillo. A simple vista parece una acción cotidiana sin importancia, pero un procedimiento incorrecto puede acarrear desgastes prematuros en la transmisión, elevando el riesgo de costosas averías. Aprender a realizar correctamente este sencillo proceso garantiza no solo la vida útil del vehículo, sino también una conducción más segura y eficiente.
El error habitual es aparcar y directamente apagar el motor sin seguir ningún paso intermedio, lo cual, aunque cómodo a primera vista, no resulta beneficioso para la caja de cambios automática. Es imprescindible interiorizar que un coche automático necesita ciertas atenciones específicas, distintas a un manual, especialmente a la hora de apagar el motor. Realizar la maniobra adecuada es esencial para evitar visitas innecesarias al taller, cuidando así no solo nuestro bolsillo, sino también asegurando la seguridad y comodidad en el día a día.
2EL PAPEL CLAVE DEL FRENO DE MANO
El uso correcto del freno de mano, también conocido como freno de estacionamiento, es esencial para garantizar el buen funcionamiento de cualquier coche automático. Cuando aparcamos y ponemos la palanca en la posición neutral (N), activamos a continuación el freno de mano antes de llevar la palanca a la posición P. Así, es el freno el que sostiene el peso del vehículo, reduciendo significativamente la carga que soporta la caja de cambios.
Aunque pueda parecer una tarea innecesaria o redundante, este sencillo hábito prolonga considerablemente la vida útil del mecanismo automático. Muchos conductores pasan por alto este paso, asumiendo erróneamente que la posición de aparcamiento (P) es suficiente para mantener estable el coche, sin ser conscientes de que están sometiendo al vehículo a un esfuerzo innecesario y perjudicial para la transmisión automática.
Además, al seguir esta sencilla recomendación, evitamos el frecuente inconveniente de que el coche quede bloqueado en posición P, sobre todo en terrenos inclinados. Al activar correctamente el freno antes de apagar el motor, garantizamos la estabilidad y protección del vehículo, disminuyendo considerablemente posibles situaciones incómodas o imprevistas en nuestro día a día.
