Con la Semana Santa a la vuelta de la esquina, la mente empieza a divagar, soñando con unos días de descanso y desconexión. El problema, como suele ocurrir, es el bolsillo. Planificar unas escapadas que no dejen la cuenta bancaria temblando se convierte, a veces, en una misión imposible. Sin embargo, existen destinos que, sin renunciar a la belleza y el encanto, ofrecen la posibilidad de disfrutar de unas vacaciones inolvidables a precios asequibles.
Praga, Budapest y Menorca son tres ejemplos de ello. Estas tres joyas europeas (y una nacional) ofrecen paisajes de ensueño, una rica historia y cultura, y una gastronomía deliciosa, todo ello sin necesidad de gastar una fortuna. Si buscas unas escapadas que te permitan desconectar de la rutina, sumergirte en nuevas culturas y crear recuerdos imborrables, sigue leyendo. Estas tres opciones te sorprenderán.
3MENORCA, LA JOYA MEDITERRÁNEA SIN DESEMBOLSAR UNA FORTUNA
Si prefieres quedarte en España y disfrutar del sol y la playa, Menorca es una excelente opción para una escapada low cost en Semana Santa. Esta isla balear, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, ofrece paisajes de ensueño, calas de agua cristalina, pueblos con encanto y una rica historia y cultura. Menorca es un destino ideal para aquellos que buscan tranquilidad, naturaleza y autenticidad.
Aunque Menorca es una isla turística, es posible encontrar opciones de alojamiento y comida a precios asequibles. Si viajas en Semana Santa, que no es temporada alta, puedes encontrar hoteles y apartamentos a precios más bajos que en verano. Además, puedes ahorrar en comida cocinando en tu apartamento o comiendo en restaurantes locales, que ofrecen menús a precios razonables. Y, por supuesto, no puedes marcharte de Menorca sin probar la caldereta de langosta, el plato estrella de la isla.
Para disfrutar al máximo de tu escapada a Menorca, te recomiendo alquilar un coche. Esto te permitirá explorar la isla a tu ritmo, y descubrir calas escondidas y pueblos con encanto que no aparecen en las guías turísticas. También te recomiendo visitar los yacimientos arqueológicos de la isla, que dan testimonio de su rica historia. Y, por supuesto, no puedes perderte la puesta de sol en el Faro de Cavallería, uno de los lugares más emblemáticos de Menorca.