El consumo de productos lácteos, especialmente de yogures, es parte fundamental de la dieta de muchas personas en nuestro país. Sin embargo, la confusión acerca de sus fechas de caducidad y consumo preferente puede llevar a muchos a desechar productos perfectamente comestibles. La cuestión de si realmente los yogures caducan se convierte en un tema de interés no solo para quienes buscan maximizar su economía al hacer la compra, sino también para los que están comprometidos con evitar el desperdicio de alimentos. En este sentido, el debate sobre la fecha de caducidad vs. la fecha de consumo preferente cobra especial relevancia en la actualidad.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha arrojado luz sobre esta incertidumbre, proporcionando información valiosa que ayuda a esclarecer la diferencia entre ambos conceptos. En muchas ocasiones, los yogures pueden ser consumidos más allá de su fecha de consumo preferente, siempre que se hayan conservado adecuadamente y no presenten signos de deterioro. Conocer la verdadera naturaleza de estos productos lácteos puede influir significativamente en nuestras decisiones de compra y consumo, al tiempo que contribuye a un estilo de vida más sostenible.
3EL IMPACTO DEL DESPERDICIO ALIMENTARIO EN LA SOCIEDAD

El debate sobre el consumo de yogures pasados de su fecha de preferencia no es solo una cuestión de ahorro personal, sino un asunto que afecta a la sociedad en su conjunto. Las estadísticas sobre el desperdicio de alimentos son alarmantes, y se estima que una parte significativa de la comida que se produce se pierde antes de llegar al consumidor final. En este contexto, considerar la posibilidad de consumir yogures que han superado su fecha de consumo preferente se convierte en un acto de responsabilidad social.
Por otra parte, la preocupación por el medio ambiente se ha intensificado en los últimos años, y cada vez son más las voces que abogan por un cambio en nuestros hábitos de consumo. Al reducir el desperdicio de alimentos, se contribuye a minimizar la huella ecológica y a hacer un uso más consciente de los recursos disponibles. Prefiriendo consumir productos como yogures, que se encuentran en buen estado aunque estén pasados de fecha, no solo se combate el desperdicio, sino que también se fomenta una cultura de consumo más responsable.
La restauración y la industria alimentaria también están comenzando a tomar nota de esta problemática. Cada vez más, se implementan medidas para concienciar a los consumidores sobre la durabilidad de los alimentos. Algunos establecimientos han comenzado a promover descuentos en productos cercanos a su fecha de consumo preferente, fomentando así un consumo más eficiente y responsable. Esta tendencia puede ser un buen camino para contribuir al cambio necesario en la percepción colectiva sobre la caducidad de los alimentos y su seguridad.