El éxito de The Crown ha hecho que muchos países con monarquía quieren revisitar en formato serie su corona. Prime Video ahora ha escogido a Noruega y de paso aparece por ahí la Reina Sofía. Esta serie llega en un momento complicado para la monarquía del país escandinavo. Los problemas con la justicia del hijo de Mette-Marit, los escándalos de la princesa Marta Luisa y los problemas de salud del Rey Harald arrojan un momento no especialmente brillante para la monarquía nórdica.
La serie se centra en concreto en el periodo en el que el hoy monarca Harald se enfrentó a su padre el Rey Olav para casarse con la mujer que quería, la hoy consorte Sonia, que entonces era dependienta.
Durante nueve años Harald luchó porque su padre y el parlamento del país nórdico le dejaran casarse con la mujer que quería. Sin embargo, siempre encontró la negativa por respuesta hasta que en 1968 cuando la monarquía estaba en un momento complicado por lo reducido de la familia (un problema que hoy se vuelve a repetir), le permitieron contraer matrimonio.
En 1959, sin embargo, en el país nórdico aún tenían la esperanza de que escogiera para casarse a una mujer de sangre azul y ahí es donde entra la Emérita. En ese momento era princesa griega y un viaje de sus padres, los monarcas helenos, a Oslo de visita oficial. La maquinaria de las monarquías se pusieron en marcha. Sobre el papel era una unión ideal: el heredero de una corona nórdica con una princesa en segunda línea de un reino del sur de Europa.
UN COMPROMISO QUE NUNCA LLEGÓ
Sin embargo, la unión no fue posible. Mientras la prensa del continente hablaba de un inminente anuncio de compromiso, el príncipe Harald iniciaba su historia con Sonia. Incluso la revista ¡Hola! llegó a hacerse eco en el verano de 1959 de la visita de Harald a la isla de Corfú donde fue fotografiado en bañador junto a Sofía.
La realidad es que el presunto compromiso se frustró. Por un lado, Harald ya estaba conociendo a la que es su actual mujer y, por otro, también la política lo frustró todo. Para casarse en esos años la novia debía aportar una dote. Grecia era un país mucho más pobre que Noruega. Los socialistas helenos manifestaron que la petición de dote de los Reyes Pablo y Federica para su hija no era conveniente debido a la mala situación del país.
Para los noruegos la dote aportada por la princesa Sofía de Grecia no era válida y la Reina Federica se la juró para siempre a los socialistas de su país. Muchos creen que el camino a la república en Grecia comenzó a cimentarse en esa época.
DOÑA SOFÍA LO NIEGA
Sofía se quedó compuesta y sin novio y a partir de entonces decidió borrar este episodio de su biografía y cuando ha sido preguntada por el asunto siempre ha echado balones fuera. Fue el caso de su biografía escrita por Pilar Urbano. Cuando la periodista le preguntó por su romance con Harald, lo negó y aseguró que fue todo un invento de la prensa.
Sin embargo, la hemeroteca es tozuda y así lo consigna la serie sobre la monarquía noruega. La actriz Giorgia Flore es quien da vida a la joven princesa griega que dos años después de su frustrado compromiso con el heredero noruego conoció al hijo del monarca español en el exilio, Juanito o ‘el chico de los Barcelona’ como le llamaban en las casas reales de entonces. Federica volvió a poner en marcha su maquinaria y esta vez si que se llegó a buen puerto matrimonial y Sofía y Juan Carlos se casaron en Atenas el 14 de mayo de 1962.